Por Manuel Fernández (@Mfer_89) Fotos: Carlos Quevedo
Contra el TLX aparecido en 2014, la diferenciación es mínima. Lo más obvio es que los faros y la parrilla cobran formas más angulares y las defensas y rines exhiben otros trazos, con un toque menos sobrio en este acabado A-Spec que, de paso, da un aspecto distinto en la cabina por medio de emblemas en el volante o estribos, una luz ambiental roja o unos planos asientos con vestiduras mixtas en símil piel y alcántara, que también forra parte de las puertas. El adorno final es un alerón en negro contrastante.
Otros cambios son la posibilidad de integración de teléfonos inteligentes por medio de las aplicaciones Apple Car Play y el Android Auto (hasta disponen de su propio botón para activarlas) y la posibilidad de efectuar una carga por inducción a dichos celulares en una superficie dispuesta delante de la palanca de cambios.
En lo demás, nos hallamos en un espacio bien construido aunque en general las superficies utilizadas, incluso ciertos olores y en la a ratos confusa ergonomía de doble pantalla, este oriental no da esa sensación especial de lujo y sofisticación de los alemanes equivalentes por costo y tamaño. Mejora a un Accord en ese rubro y trata de compensar con una guantera de apertura por botón o remates del techo bien conseguidos en los postes A o B, aunque no se puede decir lo mismo del económico plafón o los botones de la climatización.
Lo interesante está en su planteamiento dinámico, que se centra en su V6 aspirado de árbol de levas simple, de bonito sonido, lineal y refinado, con un poco de energía adicional en altas revoluciones y que satura con facilidad al eje delantero, en especial si llueve. Su caja de nueve cambios, proveída por ZF, tiene unas caídas que no aprovechan el hecho de tener tantas velocidades, aunque por rapidez es suficiente mas no referente.
La diferencia entre los modos de manejo no es radical y la dirección, eso sí, siempre pecará de estar muy asistida y no comunicar tanto, si bien en precisión hace la tarea. Y justo la dirección es lo segundo más interesante del TLX, pues es a las cuatro ruedas y las de atrás modifican su ángulo contrario a las llantas de adelante a bajas velocidades (se siente el giro adicional con un leve retraso), en la misma dirección en cambios de carril en autopista o dando convergencia de más al frenar.
Exigiéndolo, el subviraje no es tan acusado para su convencional distribución mecánica con más peso adelante, los frenos resultan firmes y modulables y, por último, la marcha da un toque rígido aunque no pierde refinamiento, sin ofrecer ese aplomo de sus potenciales rivales europeos tampoco.
La gracia de este Acura con pretensiones aspiracionales, al final, está en lo poco común que resulta en su propuesta mecánica tan diferenciada y en su vasto equipamiento, que en la competencia implicaría un desembolso adicional considerable.
Unidad probada
739,900 pesos (a fecha de la publicación)
NOS GUSTA
– Relación costo/equipamiento
– Motor sencillo aunque efectivo
– Espacio
NOS GUSTARÍA
– Acabados verdaderamente premium
– Caja mejor relacionada
– Mejor ergonomía
Resumen técnico
MOTOR
Tipo/cilindrada: V6, 3,471 cc
Potencia máxima: 290 HP a 6,200 rpm
Par máximo: 362 Nm a 4,500 rpm
TRANSMISIÓN
Caja: Automática, nueve velocidades
Tracción: Delantera
DIMENSIONES
Peso vacío: 1,655 kg
Largo x ancho x alto: 484 x 185 x 144 cm
Distancia entre ejes: 277 cm
Cajuela: 405 litros
PRUEBAS AUTOMÓVIL (a 2,240 msnm)
0 a 400 metros: 15.85 s
Rebase 80 a 120 km/h: 5.35 s
Frenado de 100 a 0 km/h: 42.5 m
Consumo medio: 11.8 km/l