Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Cuando Aston Martin nos presentó su nueva división de alto rendimiento AMR, lo hizo con dos modelos modificados, un Rapide y un Vantage.
El segundo, con el apellido “Pro”, era un preparación extremadamente agresiva inspirada en su brazo de competencia, modificada a tal grado que resultaba ilegal en las calles de la mayoría de los países, dado su agresivo paquete aerodinámico derivado del Vantage GT3 incapaz de sortear topes, así como su neumáticos semislicks.
Pero si lo que quieren es un Vantage con un tratamiento exclusivo, las siglas AMR y la posibilidad de manejarlo en –casi- cualquier zona pavimentada, la marca tiene la solución. Para ello, presenta el Vantage AMR a secas. Podrá configurarse como Cabrio o Coupé, mientras que estará limitado a sólo 300 ejemplares, 200 de ellos con un motor V8 4.7 litros –que mantiene su salida de 430 HP- con una transmisión robotizada de seis velocidades; y 100 con un V12 5.9 l, que gana 30 caballos extra para quedar en 595 HP, con una caja de siete cambios.
Las combinaciones de colores incluyen una ancha franja contrastante partiendo del escudo central: naranja sobre blanco, azul sobre negro, rojo sobre azul, gris sobre plata o, como en la galería, verde lima sobre verde Stirling, con interiores de cuero y Alcántara en colores combinados.
Otras modificaciones incluyen un escape de titanio que mejora la nota de salida, mientras que en opción se pueden obtener emblemas con la bandera británica pintada, faldones, carcasas, parrilla, asientos y vistas en fibra de carbono, así como un paquete aerodinámico más agresivo.
De momento sólo estarán disponibles para Europa, China, Medio Oriente y Asia Pacífico, con un precio de salida de 97,995 Libras Esterlinas (unos 2.25 millones de pesos). Con doce años en el mercado, esta es prácticamente una edición de despedida para el Vantage.