Por Franky Mostro (@frankymostro)
La sexta generación de este muchacho musculoso de Chevrolet trae consigo varios cambios, que como es normal en un brinco de generación despertarán polémica y controversia tanto a sus fans como a sus trolls.
Ahora compartirá plataforma con el Cadillac ATS, esto significa que veremos un Camaro mas pequeño y por lo tanto más apegado a su origen de 1967 (bravo por eso).
También habrá una significativa reducción de peso gracias a la abundante utilización del aluminio, incluso en lugares poco vistos antes como la suspensión, Esto lo hace 90 kg más ligero, por lo tanto también más ágil y maniobrable.
El Camaro contará con tres motores que sonarán a través de sus cuatro salidas de escape, un L4 2.0 turbo de 275 HP, el ya conocido y más vigorizado 3.6 V6 de 335 HP y el favorito de los románticos, el V8 6.2 de la nueva familia LT1 que ahora gracias a las bondades de la inyección directa y a una relación bastante subidita de compresión genera números parejos: 455 HP y 455 libras-pie de torque. Las transmisiones eran las que esperábamos con una automática de ocho cambios y una de seis si se gusta de los tres pedales.
Un totalmente y renovado interior nos dio la bienvenida para manejar en pista un ejemplar V6 que nos ha dejado un buen sabor de boca (esperen más impresiones).