El funcionamiento de la caja es muy suave y lento en el paso entre engranajes, nada para reclamar. La configuración de sus suspensiones se nota en la marcha. El eje rígido se patentiza en esos pequeños saltos en cada desnivel pisado si vamos descargados.
Ahora, el trabajo en la amortiguación para reducir esas inevitables asperezas es evidente, la carrocería se mantiene bajo control y no nos transmite inseguridades en forma de sacudidas repentinas.
Da una sensación favorable la dirección bien asistida, lenta en su desmultiplicación pero sin mucho juego cerca de la posición de centrado.
Hay que anticiparse a unas largas distancias de frenado lógicas para la envergadura de la Suburban.
Terminamos destacando un refinamiento propio para cubrir distancias extensas. Se une la gran insonorización conseguida por la aerodinámica mejorada.
La Suburban continúa siendo uno de los favoritos para aquellos fans de la vieja escuela, pese a la aparición de productos y segmentos en la misma casa matriz que pueden cumplir la misma función si no se busca blindaje o remolcar grandes cargas, pero con ventajas en economía, manejo y precio (léase Traverse).
NOS GUSTA
Evolución en acabados
Control de carrocería
Insonorización
NOS GUSTARíA
Llantas de mayor agarre
Asientos modulares
Caja menos larga
Resumen técnico
MOTOR
Tipo/cilindrada: V8, 5.3 l
Potencia máxima: 355 hp a 5,600 rpm
Par máximo: 519 Nm a 4,100 rpm
TRANSMISIÓN
Caja: Automática, seis velocidades
Tracción: Trasera c/eje del. conectable
DIMENSIONES
Largo x ancho x alto: 569 x 204 x 188 cm
Distancia entre ejes: 330 cm
Cajuela: 1,113 litros
Tanque de combustible: 117 litros
Peso vacío: 2,674 kg
PRUEBAS AUTOMÓVIL (a 2,240 msnm)
0 a 400 metros: 18.23 s
Rebase 80 a 120 km/h: 7.48 s
Frenado de 100 a 0 km/h: 49.34 m