Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Fue en 1974 que Volkswagen lanzó un estilizado Coupé obra del insigne Giorgetto Giugiaro, basado en la plataforma del Golf de primera generación. El Scirocco, que tomaba su nombre de un viento mediterráneo, recibió su segunda generación en 1981, misma que perduró hasta 1992, quedando el Corrado como su reemplazo.
El otro coupé de Volkswagen desapareció en 1995, dejando un hueco en la gama del fabricante hasta que en 2006 presentaron el concepto Iroc (tomando las letras centrales de Scirocco) en el Salón de París. La estilizada propuesta, que rompía en buena parte con el diseño de “escala” imperante en el fabricante germano, llegó por fin a la línea de montaje en 2008.
Y desde entonces, varios nos preguntamos cuándo llegaría el modelo a este lado del Atlántico. Sin embargo, en Volkswagen consideraron que el nicho de un coupé con diseño distintivo estaba bien cubierto por el New Beetle de factura nacional, por lo que su llegada siempre se pospuso.
Ahora, se pospone eternamente. Pues en Volkswagen Europa señalan que ya no aceptan nuevos pedidos para personalización, sólo quedan ejemplares con configuración de serie, que sin duda se agotarán pronto. La firma no descarta que, tal como la Combi/Microbús, la denominación pueda ser rescatada para un futuro modelo de su familia de eléctricos basados en la plataforma MEB.
Estaba en consideración un posible relevo para el Scirocco, pero ha sido de los varios modelos no tan rentables en pasar por la guillotina a causa del DieselGate, con lo que la pregunta que surge es ¿Cuál será el siguiente? Lamentablemente, “coupé” es una palabra que vuelve a saltar en nuestras mentes.