Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Ford ha tenido un paso atribulado en los últimos meses al tener que enfrentar la caída en ventas de modelos como el Fiesta, el Focus, el Fusion o el Taurus, lo que ha hecho que al menos uno tenga que cancelar su producción en Norteamérica y ser importado desde a China y el resto tengan una pesada nube de posible cese sobre ellos.
Esto no ha pasado desapercibido para la mesa directiva, junto con varios cientos de millones de dólares (MDD) en pérdidas, por lo que recién prescindieron de los servicios de Mark Fields como su CEO y han apostado a nuevas camionetas, como la Ranger y la EcoSport (hasta hace poco, no disponibles en los Estados Unidos) como una forma de revertir la tendencia negativa.
Ahora, parece que el fabricante por fin va por el camino correcto, al anunciar una nueva inversión de 25 MDD en la planta de Kentucky para aumentar un 25% la producción de las SUVs de tamaño completo Ford Expedition y Lincoln Navigator, esto, con el fin de satisfacer la creciente demanda por ambas.
Además de dichas camionetas con carrocería de aluminio, la planta fabrica las pick-ups Serie F Super Duty. Cuenta con una plantilla de 8,400 trabajadores, que han estado doblando turnos para poder mantener una producción adecuada a las necesidades de los concesionarios.
Tan solo la Navigator, recién galardonada como la camioneta del año en Norteamérica, experimentó un crecimiento del 97% en el mes de enero pasado, correspondiendo un alto porcentaje a nuevos clientes que a cambio dejaron modelos de Mercedes-Benz o Range Rover. La Expedition presentó un crecimiento mensual del 57%.
Una inversión anterior de 900 MDD para fabricar sendas nuevas generaciones sumó 400 robots a la línea de montaje, monitoreo por hora de los objetivos de cada trabajador y de piezas faltantes e impresoras 3D.