Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
2005, el diseñador danés Henrik Fisker abandonaba Aston Martin, donde había ganado renombre al crear los trazos del DB9, para perseguir sus propios proyectos. Fundó una empresa en 2007 con el apoyo de distintos inversores, Fisker Automotive, que en 2009 aprovechaba los incentivos del gobierno estadounidense para crear vehículos de propulsión alternativa. El primer producto, el Karma, llegó a las calles en 2011, pero las cosas comenzaron a ir mal desde entonces.
El huracán Sandy causó la pérdida de 330 autos en una inundación en 2012; a finales de ese mismo año su proveedor de baterías se fue a la quiebra, deteniendo por completo la producción y comenzando una severa crisis en el autoconstructor, que culminó con salida de Fisker en 2013 de la compañía que el mismo fundó. La firma se fue a la bancarrota, siendo rematada y adquirida por Wanxiang America Corp un año después, la cual la rebautizó como Karma Automotive.
¿Infortunio…karma? Aunque actualmente Fisker crea modificaciones sobre modelos de BMW o Aston Martin, al estilo del Force 1 (última imagen) y autos de mecánicas endotérmicas sobre chasises del finado Fisker Karma bajo el sello VLF en contubernio con personalidades como Bob Lutz y Gilbert Villarreal, el creativo no parece tener la intención de rendirse, por lo anuncia un plan para lanzar una nueva marca.
Fisker Inc., es el nombre escogido. Antes de partir de su anterior compañía el danés pudo conservar los derechos sobre el nombre Fisker, por lo que no ceja y anuncia que producirá vehículos eléctricos en California con tecnología de vanguardia (Sí, también nos recordó a Tesla). Ya están preparando dos modelos, el primero de ellos llegará en 2017 como un sucesor espiritual del Karma.
Fisker Nanotech, una subsidiaria, llevaría ya unos dos años trabajando en el desarrollo de sus propias baterías en colaboración con la UCLA a base de materiales como litio y grafeno. Ya se habla de una autonomía de más de 640 kilómetros y una vida útil equivalente a la del auto mismo. Si el primer producto tiene éxito, el segundo se ofrecería por debajo de los 40 mil dólares (unos 770 mil pesos), con el Chevrolet Bolt y el Tesla Model 3 en la mira.
La lista de automotrices exitosas que hayan surgido en los últimos 15 o 25 años no es muy extensa (traten de recordar alguna aparte de Tesla, Koenigsegg o Pagani), pero si los astros por fin se alinean en favor de Fisker, podría protagonizar una de las historias de renacimiento más interesantes de los últimos tiempos.