Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Hace poco más de un mes que conocimos a la segunda generación de la Volvo XC60 en el Salón de Ginebra y tal como lo prometió la firma sueca, su SUV mediana ya inició producción en la planta de Torslanda, Gotemburgo.
La generación saliente ha vendido casi un millón de unidades desde que saliera al mercado en 2008, convirtiéndose en el modelo más popular de Volvo en el mundo. De hecho, es la SUV mediana más vendida en Europa, con 84,502 unidades desplazadas en 2016, contra 73,660 de la Audi Q5, 73,191 de la Mercedes-Benz GLC y 50,572 de la BMW X3, por lo que es uno de los apartados donde los suecos pueden jactarse de superar a los alemanes.
De ahí que la renovación de la XC60 resulte no sólo necesaria, sino apremiante. Compartirá la plataforma SPA así como la gama de motores de la muy celebrada XC90 (nuestro Best Car 2016). El primer ejemplar ensamblado lleva un motor T5 2.0 litros turboasistido de 250 HP y 350 Nm (258 lb-pie), acoplado a una transmisión de ocho relaciones, aunque también estará disponible el ajuste T8 híbrido de 403 HP. Sin embargo, si tenemos suerte, más adelante habrá un ajuste Polestar aún más potente.
Volvo describe a la XC60 como “uno de los vehículos más seguros jamás fabricados” y mientras se mide a las baterías de pruebas de los diversos organismos de seguridad alrededor del mundo para corroborarlo, sostienen su argumento con equipo como un sistema de conducción semiautónoma efectivo a velocidades de hasta 130 km/h.
El siguiente producto de Volvo será la XC40, que se mostrará en China a finales de año. Si todo sale bien, a comienzos de 2018 conoceremos a la nueva generación del sedán S60. La XC60 llegará a sus diversos mercados a lo largo del segundo semestre del año. Para Norteamérica se espera en los últimos meses.