Por José Virgilio Ordaz.
Muchas compañías –especialmente las que los están desarrollando- claman que los autos autónomos son el futuro y que ya están a la vuelta de la esquina.
Mientras quienes vivimos en una ciudad atestada y con tráfico denso apreciaríamos un descanso en traslados de dos o más horas; otros, más escépticos de la innovación tecnológica, aún plantean dudas ante los accidentes que pudieran ocasionar, el cuidado que a esto deben poner las autoridades, además de riesgos de diversa índole como el posible hackeo.
Entre estos se encuentran quienes cuestionan la seguridad del sistema LIDAR (Light Radar). Este sistema, montado en los vehículos sin conductor de Google, consiste en 64 rayos láser que crean un un mapa 3D de lo que se encuentre 360º en rededor del vehículo, con el fin que el procesador siga la senda delimitada, evite obstáculos y obedezca los señalamientos viales.
Jonathan Petit, investigador de seguridad, ha determinado que el sistema puede ser engañado con un láser de baja potencia y un equipo básico de cómputo; afirma que ni siquiera es necesario tener buena puntería, con este tipo de implementos, se pueden inducir errores de distancia de hasta 100 metros en los objetos que se detectan; incluso pueden “aparecer” múltiples copias de estos o hacer que se “muevan”.
El error detectado por el investigador se da siempre y cuando el sistema LIDAR no esté cifrado u oculto de alguna manera. Google no ha hecho declaraciones al respecto, aunque seguramente ya estarán tomando cartas en el asunto.