Por Gilberto Samperio (@gilsamperio) Fotos: Carlos Quevedo
Una de las ventajas tecnológicas de pertenecer a una compañía de avanzada como BMW, es que se pueden utilizar muchas cosas y elementos ya desarrollados para la integración de un capricho. Es el caso del nuevo Mini Countryman, que aprovecha la plataforma del reciente BMW X1 para recrearse como una verdadera opción SUV; antes era un coche a medio camino entre un urbano y un derivado que solo los muy fanáticos adoraron.
Por esa razón su tamaño crece a lo largo –216 mm extra, un total de 4,313–, un poco a lo ancho –33 mm–, y la distancia entre ejes gana 74 mm. Todo este incremento concede una base más amplia para el interior, lo que se nota desde la primera vez que nos acercamos a conocerlo pues las puertas son más grandes y la cabina ofrece un volumen acorde a las pretensiones familiares de este capricho hace seis años iniciado.
Por fuera, no hay duda alguna que posee la genética MINI: faros elipsoidales y grandes, la misma parrilla, quizás una defensa más ancha –con un llamativo acabado tipo piano–, mientras la cintura resulta algo más elevada por obvias razones, bien soportada visualmente por unas salpicaderas ensanchadas acorde. Aunque la proporción entre el primer volumen y el habitáculo son fieles al origen, el disimulo corre por cuenta de un cuarterón discreto tras el tercer poste. Por detrás, una imagen que también resulta muy reconocible: calaveras verticales redondeadas a tono con las formas dominantes del concepto Mini y un plástico al fondo que evoca protección 4X4. Pero el nuevo Countryman ya no apunta por la tracción integral, por lo menos en suelo azteca.
Por dentro, las ventajas del mayor tamaño se notan al sentarnos en el sillón dominante: abunda el espacio para nuestras extremidades y el tablero goza de un diseño más abierto y relajado. Si bien conserva el gran aro iluminado al centro de la consola frontal, ahora solo acomoda la pantalla de navegación y los botones del equipo de sonido. Debajo, las perillas del HVAC, sencillas y prácticas, sustentadas por los botones que simulan contactos tipo cola de ratón o eléctricos de corte clásico.
Como no existe cúpula, los dos relojes frente al conductor –tacómetro y velocímetro–-, van unidos al volante, lo cual remite al original y gusta, sobre todo al amante de esta tendencia por los urbanos de lujo. Mientras, la cajuela observa un buen espacio, ideal para viajes familiares.
Sin extras, el tren motor permanece fiel al concepto Cooper S: un cuatro cilindros turbocargado de 2.0 l de 192 HP, que se acopla a la excelente transmisión automática de ocho relaciones, culpable de que siempre tengamos a mano el mejor carácter del propulsor. Por cierto, la caja alega tres modos: Green, Mid y Sport. El que vale la pena es el tercero.
Durante nuestra valoración en zona montañosa, este Countryman nos confirma la especialidad de la casa con una dirección terriblemente precisa. Dondequiera que apuntemos la mirada, las ruedas girarán sin menoscabo en su rotación. Y el motor empuja justo como queremos, con su mejor momento después de las 2,500 rpm.
Sin embargo, en las transiciones de rumbo más cerradas, la mayor masa de este MINI induce tanto un evidente subviraje como un notorio balanceo, que nos orilla a ser cautos si queremos rodar a ritmos exigentes antes que alegres. A ese comportamiento se agrega una marcha firme –adiós a la aspereza del MINI ordinario–, de muy buen filtrado, lo que consigue una mini SUV muy adecuada a las expectativas de sus fieles creyentes.
Otro punto interesante es el ahorro de combustible, siempre que seamos cuidadosos con el acelerador y utilicemos el modo ecológico. Hasta 20 km/l en vías abiertas sin exigencias o cambios de altitud.
Por un precio de casi 500 mil pesos, el nuevo Mini Countryman califica ahora sí como un contendiente atractivo en la liga de las SUVs de tamaño subcompacto. Claro que con el agregado de lujo y la fisonomía coqueta, habrá una lista de espera no solo conformada por fanáticos de la casa inglesa, sino por clientes que gustan de esas carrocerías exhibicionistas de buen gusto.
Unidad probada
589,900 pesos (a fecha de la publicación)
NOS GUSTA
– Aspecto fuerte y bonito
– Espacio interior
– Tren motor
NOS GUSTARÍA
– Menos subviraje
– Defensa en otro acabado
– Neumáticos más suaves
Resumen técnico
MOTOR
Tipo/cilindrada: L4, 2.0 l Turbo
Potencia máxima: 192 HP a 5,000 rpm
Par máximo: 280 Nm a 1,350 rpm
TRANSMISIÓN
Caja: Automática, ocho velocidades
Tracción: Delantera
DIMENSIONES
Peso vacío: 1,535 kg
Tanque de combustible: 51 litros
Largo x ancho x alto: 430 x 182 x 155 cm
Distancia entre ejes: 267 cm
Cajuela: 450 litros
PRUEBAS AUTOMÓVIL(a 2,240 msnm)
0 a 400 metros: 15.57 s
Rebase 80 a 120 km/h: 5.02 s
Frenado de 100 a 0 km/h: 39.9 m
Consumo medio: 12.9 km/l