Por José Virgilio Ordaz.
Despídanse de la Grand Cherokee SRT (en la imagen). La variante vitaminada de la Jeep por antonomasia ha compartido hasta ahora el motor 6.4 atmosférico de la línea SRT, y no sólo eso, es la variante de mejores ventas con estas siglas.
Pero en Dodge ahora quieren que el apellido SRT se asocie exclusivamente con esa división, por lo que la Grand Cherokee SRT pasará a llamarse Trackhawk (habrá que ver que pasa con el 300 SRT), y aunque las siglas desaparecerán, el motor de 470 hp pervivirá.
El cambio se dará para el siguiente año, presentándose la Trackhawk como modelo 2017. Ya se empieza a hablar que “a cambio” de la siglas SRT, Dodge cederá el motor Hellcat de los Charger y Challenger para la Grand Cherokee.
De momento, el principal reto es distribuir el bestial par del motor 6.2 asistido a las cuatro ruedas. Se especula que la Trackhawk con esta mecánica podría ser propulsión trasera, aunque esto es sólo un rumor.
Con 707 hp de poder, sobran los dedos de la mano para contar a sus probables rivales, todos con un nivel de precios muy superior y potencia más “contenida”:
– Range Rover SVAutobiography, 550 hp.
– Porsche Cayenne Turbo S, 550 hp.
– BMW X5 M, 575 hp.
Cabría esperar a las futuras SUVs de Jaguar, Rolls-Royce, Maybach o Maserati, aunque salvo esta última, el resto tendrá un enfoque más hedonista que deportivo; de hecho, Jeep tendrá un modelo con ese perfil en un par de años.