Por Redacción AP.
Tras una larga campaña de adelantos y teasers que dejaban ver varios aspectos del auto y de sus capacidades, Dodge presentó por fin en el Salón de Nueva York al esperadísimo Dodge Challenger SRT Demon.
Esta evolución del Hellcat está enfocada en una sola cosa: el cuarto de milla. De hecho, la razón de su existencia fue complementar al Viper ACR -el máximo auto americano para circuitos- con una contraparte “arranconera”. El resultado es un coche capaz de recorrer 402 metros en 9.65 segundos a más de 225 km/h (140 m/h), con un tiempo en los primeros 60 pies –donde se localiza el primer sensor en una pista profesional de arrancones- de 1.364 segundos, logrando los 100 km/h en 2.3 segundos, luego de haber generado 1.8 fuerzas G en la arrancada. Este impresionante rendimiento está certificado por la NHRA, y de hecho lo vuelve ilegal para correr en pistas sancionadas por esa organización debido a que no cuenta con las normas de seguridad requeridas para un coche tan rápido, o sea, una jaula antivuelcos. Además, el Demon también logró un Record Guiness: el primer auto de producción en levantar las llantas delanteras al arrancar.
Esto se logró con una cuidadosa combinación de componentes especializados en carreras de ¼ de milla, junto con un motor muy, muy potente. El V8 Hellcat de 6.2 litros cuenta con internos reforzados –nuevas bielas, pistones y tren de válvulas- para soportar las 14.5 libras de boost generadas por un supercargador de 2.7 litros, contra 2.4 del Hellcat. El sistema de combustible con dos bombas puede switchear entre combustible de 92 octanos, con el cual el motor produce 808 HP y 717 lb-pie de torque, y gasolina de competencia de 100 octanos, un modo activable mediante una llave roja de encendido, que desata todo el potencial del Demon: 840 HP y 770 lb-pie de torque.
El portentoso motor solamente es la mitad de la historia. Para que el Demon logre los tiempos de los que es capaz, el tren motriz fue prácticamente refabricado. La caja automática TorqueFlite 8HP90 de 8 relaciones cuenta con un convertidor de torque más agresivo, así como con un “trans brake”, que podría traducirse como un “freno de transmisión”, un sistema muy usado en las carreras de arrancones que no permite que la transmisión mueva al auto de su lugar, pero sí permite que las revoluciones del motor aumenten hasta un 120%; el diferencial trasero también tiene un setting especial -y claro, piezas reforzadas- para aumentar en un 30% su capacidad de torsión, para lograr un régimen ideal para un arrancón agresivo. A esto, claro, también contribuyen las llantas “drag radial” NT05R 315/40R18 Nitto de 12.6 pulgadas de ancho, las primeras en su tipo en un auto de producción, que le ofrecen al Demon una tracción hasta un 40% superior que cualquier llanta legal para circular en las calles.
La suspensión también tiene ajustes específicos para el cuarto de milla. Los amortiguadores Bilstein electrónicos detectan el momento de la arrancada y suavizan sus settings para permitir una transferencia de pesos hacia las ruedas traseras más agresiva; en condiciones normales de manejo recuperan su firmeza para mantener la estabilidad y tractabilidad del auto en la calle.
El Demon fue aligerado 90 kg con respecto al Hellcat gracias a la remoción de los asientos traseros y el del copiloto, los cuáles pueden ser ordenados como opción, con costo de $1 USD –sí, un dólar- cada uno, y otros accesorios superfluos. Por fuera, un Demon es inconfundible debido a las extensiones de las salpicaderas y la enorme toma de aire en el cofre –la más grande que se ha usado en un auto de producción-, que combinada con las entradas de aire en cada uno de los faros secundarios, y otra en la parte interna de la salpicadera izquierda, ayudan a que el motor respire mejor. Así mismo, el Demon cuenta con un sistema llamado “Super Chiller” dedicado a enfriar la carga de aire del supercargador, circulando refrigerante líquido desde la cabina hasta el pleno de admisión, logrando bajar hasta en 16 grados la temperatura de la carga de aire. El sistema de refrigeración sigue funcionando aun con el auto apagado para proteger al motor.
Además de todo lo anterior, el Demon también viene con una caja de accesorios llamada “Pre Stage Kit”, que contiene un par de llantas delanteras delgadas, así como todas las herramientas necesarias para cambiarlas en la pista de arrancones; la idea aquí es que los dueños que corran su Demon cambien las llantas delanteras en la pista y cuenten con dos sets de “drag radials” –las 4 llantas con las que sale el Demon de la agencia- para el eje trasero. La caja también cuenta con un filtro de aire de alto rendimiento, la llave roja de encendido que desata todo el poder del Demon, un nuevo PCM para la compiutadora con la programación para la gasolina de 100 octanos, y otros accesorios que facilitan su conversión de auto de calle a monstruo de pista. Todo el contenido puede montarse en un aparejo que cabe enteramente en la cajuela, por lo que el dueño de un Demon no necesitará un remolque para llevar sus accesorios extra a la pista.