Por Esaú Ponce
El viejo refrán que dice “más vale tarde que nunca” puede aplicarse a la perfección para la última novedad de Subaru, ya que después de cuatro años de lanzar al BRZ en el mercado internacional, por fin la marca nipona se animó a comercializar su pequeño deportivo en México.
De origen compartido con Toyota (GT86), este modelo tiene unas líneas y una filosofía netamente japonesa que nos remite a los famosos deportivos locales de la década de los 80 y 90, donde el exceso de potencia pasaba a segundo término, pero en cambio, ofrecían unas excelentes sensaciones de manejo.
El acceso al habitáculo del Subaru BRZ es un poco complicado, pero ya en el puesto de mando sorprende la fácil ergonomía y espacio tanto adelante, como en la banca trasera, misma que a diferencia de otros coupés, puede albergar a dos adultos de una manera ajustada.
Los materiales sin ser premium, se ven de buena calidad, destacando los asientos forrados en alcántara y el volante tapizado en piel. En lo referente a infotenimiento encontramos el sistema “Starlink” con una pantalla táctil de 6.2 pulgadas, que también sirve para proyectar la imagen de su cámara de visión trasera.
Un botón de encendido es el encargado de dar vida al un propulsor Bóxer 2.0 l capaz de producir 200 HP y 151 lb-pie (204 Nm) de torque, que puede acoplarse a una transmisión manual o una automática de seis velocidades. Esta última dispone de paletas tras el volante y función de modos Sport y Nieve.
Cabe destacar que lo interesante de este auto reside que tanto el motor como la caja están colocados lo mayormente posible al centro del vehículo. Esto en conjunto con una altura de 130 mm del nivel del piso, le confieren una centro de gravedad “ultra bajo”, que de acuerdo a Subaru se aproxima al de superdeportivos de mucho mayor precio y potencia.
Durante su presentación pudimos someter al BRZ a una serie de pruebas dinámicas donde su bajo peso (el manual anuncia un peso en vacío de 1,239 kg), una dirección precisa y la propulsión trasera RWD, -que a su vez se inspira en el sistema de tracción integral “Symmetrical AWD”-, le confieren una agilidad sorprendente.
Nuestras únicas quejas residen en que a una altura en torno a los 2,600 metros sobre el nivel del mar (la presentación se realizó en Toluca), la aceleración se notó un poco anestesiada. Sin duda preferiríamos de una mayor dosis de torque, que un aumento de caballos. Igualmente extrañamos un sonido del escape un poco más bronco.
Entre su equipamiento de seguridad no podían faltar elementos como los frenos con ABS, sistema de asistencia de frenado, control electrónico de estabilidad, anclajes para sillas infantiles ISOFIX, además de bolsas de aire delanteras, laterales y de tipo cortina.
Los precios de partida para el no tan nuevo, pero sí bienvenido Subaru BRZ arrancan en los 459,900 pesos para la versión manual, mientras que la automática habrá que desembolsar 479,900 pesos. Un capricho, no tan accesible pero si altamente emocional.