Tuvimos la oportunidad de manejarlo en el Autódromo Moisés Solana, en Pachuca, Hidalgo, eso para aprovechar el denominado DCCD (Driver Controlled Center Differential), en adición al sistema de tracción integral de torque activo (ATV).
Se trata de un diferencial central electrónicamente controlado con una distribución nominal de 41/59 y dos diferenciales bloqueables más en cada eje. La dirección se percibe siempre pesada, lo cual no indica que en momento alguno deje de ser precisa. Es muy comunicativa, permite maniobras de corrección, incluso cuando se le está llevando al límite.
Lo sofisticado del AWD permite extraer todo el potencial del bien balanceado bastidor y concede impresiones divertidas, donde un perceptible subviraje se presenta sin que éste castigue mucho la trayectoria. Los frenos -auspiciados por Brembo- presumen efectividad.
Pese a la falta de renovación en algunos apartados, este Subaru es una máquina que envenena a quien se le pone tras el volante y esta modernización lo preserva como el mejor. Fiel a su insidiosa estampa, este STI es más que apariencias, pero también las tiene.
NOS GUSTA
La sensación purista tras el volante
Desempeño dinámico
Repartidor electrónico de torque
NOS GUSTARíA
Más caballos bajo el cofre
Menor recorrido del pedal de freno
Manejarlo todos los días
Resumen técnico
MOTOR
Tipo/cilindrada: O4, 2.5 l, turbo
Potencia máxima: 305 hp a 6,000 rpm
Par máximo: 393 Nm a 4,000 rpm
TRANSMISIÓN
Caja: Manual, seis velocidades
Tracción: Integral permanente
DIMENSIONES
Largo x ancho x alto: 459 x 179 x 147 cm
Distancia entre ejes: 265 cm
Cajuela: 460 litros
Tanque de combustible: 60 litros
Peso vacío: 1,535 kg
PRUEBAS AUTOMÓVIL (a 2,240 msnm)
0 a 400 metros: 14.88 s
Rebase 80 a 120 km/h: 5.16 s
Frenado de 100 a 0 km/h: 38.7 m