Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Fue en 2003 que Toyota presentó una SUV conceptual con un fuerte diseño retro basado en la Toyota Land Cruiser FJ40 Series de 1960. Aunque no estaba destinada a producción, la recepción positiva que tuvo tanto de la crítica especializada como del gran público, animaron a la marca a desarrollar un modelo de calle basado en la pick-up Hilux, misma base de la Land Cruiser Prado, que copa el nicho de la 4Runner fuera de Norteamérica.
El proyecto se concretó en 2006, sin embargo, pese a la edad de oro que vivían las SUVs, el público rápidamente descubrió que, fuera del segmento full-size y a menos que estuvieran en un vehículo con batea de carga, preferían camionetas más ligeras con carrocería monocasco, pues obtenían la posición de manejo alta y la sensación de seguridad inherente a un vehículo más grande, sin el peso y la maniobrabilidad limitada de la carrocería sobre bastidor.
Así, mientras la RAV4 y la Highlander aumentaban sus ventas, la FJ Cruiser languideció hasta ser descatalogada paulatinamente hace algunos años. Sin embargo, continúo fabricándose y vendiéndose en su mercado natal, Japón, pero esto está a punto de terminar, pues la marca lanza la Final Edition definitiva, previa al cese total del modelo.
Exclusivamente en color beige, la edición final replica el mismo color en el interior, además de acentos negros y rines exclusivos de 20 pulgadas. Se conserva el motor V6 4.0 litros. No está claro cuantas unidades serán fabricadas, pero Toyota espera vender unas 200 por mes de aquí al cese de producción, antes que termine el año. No está planeado un sucesor directo.