Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Hasta ahora, Toyota se refiere al deportivo codesarrollado con BMW como “el heredero del Supra”, no como un Supra en forma. Más aún, en la oficina de patentes está registrada la nomenclatura S-FR como una posible opción para el venidero coupé.
Tetsuya Tada, ingeniero en Jefe de Toyota, es uno de los nostálgicos que no descarta que el mítico nombre siga vigente. “Me encanta el Supra y amo el nombre Supra. Es de importancia histórica para Toyota. Estamos presionando para usar el nombre Supra para el nuevo auto que estamos desarrollando con BMW”.
Tada es, además, uno de los principales artífices del Toyota GT86, este último desarrollado en conjunto con Subaru. El deportivo producirá un derivado germano que a su vez fungirá como sucesor del BMW Z4, del que ya se empieza a manejar la denominación Z5.
Si bien cada auto partirá de la plataforma común, las plantas motrices podrían ser una particularidad de cada firma, con opciones a motores de cuatro y seis cilindros turboasistidos; Toyota podría ofrecer una variante híbrida. “Yo diría que la asociación va bien, muy fluida. Estamos realizando pruebas en todo el mundo, no sólo en Fuji o Nürburgring, sino alrededor de todo el mundo", puntualiza Tada.
Tampoco hay detalles de carrocerías, aunque algunas mulas de pruebas del “Z5” parecen confirmar que perderá la pesada y complicada configuración de techo rígido retráctil por un más ligero techo de lona convencional. El Supra se vendió anteriormente sólo como coupé, por lo que parece ser la opción lógica.
El Supra nació originalmente como una variante alargada del Toyota Celica, cuando este tenía configuración de propulsión trasera, por lo que el nombre se podría reservar para ciertos grados de equipamiento u otro vehículo, pero, si ya se tiene un coupé con al menos 300 caballos (y quizá más), ¿Por qué no aprovechar un nombre con tanto arraigo? El Supra (también esperamos que así se llame) será antecedido por un concepto y el Z5 de producción el siguiente año, para ser develado en 2018.