Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Toyota ha sido uno de los principales impulsores de los motores híbridos, sin embargo, como muchos otros fabricantes, su apuesta a futuro será por la electrificación total, bien sea con autos de batería recargable o de pila de combustible a hidrógeno.
Es por ello que Seigo Kuzumaki, director de investigación y desarrollo e ingeniería avanzada de la compañía, se atreve a vaticinar que el motor de combustión interna tal como lo conocemos desaparecerá por completo en el año 2050 y que incluso los autos con este tipo de propulsión serán más raros que los trenes eléctricos para 2040.
Esto no sólo tiene que ver con los planes a largo plazo de las automotrices. El ejecutivo reconoce que la mayor culpa de esta lenta eutanasia obedece a las leyes cada vez más restrictivas que se irán dando en la mayoría de los países desarrollados a lo largo de las próximas décadas. Kuzumaki calcula que para el 2050 habrán reducido su huella de CO2 en un 90% con respecto a 2010, aunque aún tendrán algunos autos de tipo híbrido.
El primer vehículo totalmente eléctrico de Toyota llegará en 2020, con un paquete de baterías de iones de litio, aunque prometen que para ese año ya estarán muy avanzados en lo que respecta a las baterías de estado sólido, con lo que ofrecerán “alcance excepcional y carga rápida”, pues aseguran tener más patentes en ese aspecto que ninguna otra marca y que para entonces estarán por delante de su competencia en este tipo de desarrollos.
Toyota y Air Liquid lanzaron a inicios de año la convocatoria Consejo del Hidrógeno, a la que ya se adhirieron 27 empresas, entre ellas Audi, BMW, Daimler, Honda, Hyundai, Shell y Total. Se espera que el uso intensivo de este elemento reduzca en un 20% las emisiones de carbono (unas 6,000 millones de toneladas) de aquí al 2050, lo que limitará unos 2º C el calentamiento global por acción humana. Tan sólo para el año 2030 esperan que uno de cada doce autos vendidos en California, Japón y Alemania sea impulsado por hidrógeno, para ello se requería de una inversión conjunta de 280,000 millones de dólares.
Sin embargo, otros estudios, como el de IHS Markit, señalan que para 2040 el 80% de los autos aún seguirán usando motores de combustión interna y que aunque la demanda de autos particulares caerá debido a plataformas de movilidad compartida, la demanda de petróleo irá en aumento, gracias a procesos no relaciones con el transporte, es decir, industriales. El principal obstáculo para los vehículos de propulsión alternativa es el público consumidor, aclaran, aunque esperan que para 2040 un 19% de las ventas de autos correspondan a autos eléctricos y un 14% a híbridos enchufables.