Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
En Estados Unidos, Europa y China las normas ambientales establecen parámetros a futuro que al día de hoy parecen difíciles de cumplir. Como un ejemplo, recordemos como en la Unión Americana el consumo de combustible, determinado por la “huella” del auto, señala que un vehículo de la dimensiones del Chevrolet Cruze deberá consumir 23.7 kilómetros por litro en promedio; y un gran sedán como el Mercedes-Benz Clase E, 21.6 kilómetros por litro.
Muchos fabricantes sacan la vuelta a esta regulaciones haciendo cada vez más grandes sus autos, pero tanto el tamaño tiene un límite teórico, como las regulaciones son diferentes para cada mercado. De modo que, cuando el usar inducción forzada para extraer más potencia consumiendo menos de motores pequeños está llegando a su límite, de acuerdo a algunos expertos, son pocos los caminos que quedan para seguir reduciendo consumos y emisiones.
De acuerdo con un estudio del Consejo Mundial de Energía (WEC, por sus siglas en inglés), un 16% de los vehículos nuevos deberán contar con baterías eléctricas para poder cumplir con el combinado de legislaciones de los mercados más grandes del mundo en 2020. En Estados Unidos se requerirá de un mínimo de 11%, mientras que en Europa con 10% será suficiente. Pero en China, donde el crecimiento económico les está pasando factura, el combo deberá ser del 22%.
Además de la omnipresente Tesla, otras marcas como Nissan, Porsche, Mercedes-Benz, Volvo, Jaguar, BMW o Aston Martin anuncian que ampliarán su gama de eléctricos e híbridos de rango extendido o lanzarán nuevos modelos en el siguiente lustro, los fabricantes generalistas tradicionales no parecen poner tanto énfasis en este apartado como sí lo están haciendo los chinos, si bien hay esfuerzos de Hyundai, Ford o General Motors.
Para generar esa necesaria energía extra, bastaría con incrementar un 1% la producción mundial de electricidad, aunque claro, tan importante como ello, es verificar que esta energía sea producida de manera gentil con el medio ambiente. Actualmente, poco más del 4% de la ventas totales en Estados Unidos corresponden al combinado de eléctricos e híbridos plug-in (740 mil vs. 17.5 millones), por lo que aún queda mucho camino por recorrer, a menos que los chinos se animen a traer sus vehículos eléctricos a estas tierras.