Por José Virgilio Ordaz (Neckriagen).
Tesla Inc es una de las empresas automotrices más pujantes e influyentes de la actualidad. ¿No lo creen? Recientes anuncios de modelos eléctricos de marcas como Infiniti, Mercedes-Benz, Jaguar, Volvo, Audi, Porsche o Aston Martin tienen una sola traducción: “tendremos un competidor de Tesla en el futuro”.
Por si no fuera suficiente, Volkswagen, actualmente el fabricante más grande del mundo, pone también a la naciente firma de Silicon Valley en el centro de sus objetivos. Herbert Diess, director de marca de VW, recientemente en una conferencia de prensa habló de sus planes de comenzar a vender vehículos eléctricos entre 2019 y 2020 y ahondó también en el creciente éxito de Tesla: “Cualquier cosa que ellos puedan hacer, nosotros podemos hacerlo mejor”.
No es una declaración hueca cuando el Veyron, el WRC o Le Mans son un claro ejemplo de lo que puede lograr Volkswagen cuando ellos, o alguna de sus subsidiarias, ponen todo su empeño –y presupuesto- en alcanzar una meta. Claro, el conglomerado tuvo un “tropiezo” con el DieselGate, lo que en parte ha hecho que las reglas del mercado cambien, pasando de la “dieselización” a la hibridación y la electrificación. Sin embargo, el ejecutivo se muestra confiado.
“Estamos seguros de que en este ‘nuevo mundo’, nos convertiremos en líderes del mercado”. Diess confía en que “detendrán” el avance de Tesla y de que podrán mantenerlos a raya gracias a la innovación de su nueva arquitectura creada específicamente para vehículos eléctricos.
Tesla, por su parte, proyecta ventas de hasta 500 mil unidades para el siguiente año, cuando el Model 3 esté ya en las calles y un límite de un millón al terminar la década, objetivo que Volkswagen planea alcanzar también, pero hasta 2025. Habrá que estar atentos para saber quién gana en esta nueva carrera por la electrificación, aunque la eventual reducción de costos deberá beneficiar al consumidor final.