Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
El recién lanzado facelift para el Clase S Sedán, enmarcado por la nueva parrilla “Panamericana”, llega a sus variantes de carrocerías más hedonistas. Si bien el Coupé ya cumple los reglamentarios mínimos tres años en el mercado, sorprende el caso de la variable descapotable, presentada hace precisamente dos años en el Salón de Frankfurt.
Pero la marca no ha querido dejarlo desfasado con respecto a sus hermanos, por lo que el cambio es también válido para este modelo. De hecho, ambos, Coupé y Cabriolet, aventajan a la variante familiar en ofrecer calaveras orgánicas LED (OLED), con 33 diodos independientes que varían su intensidad según la luminosidad del entorno y las condiciones de manejo.
Las medidas no cambian, por lo que ambos modelos sobrepasan los cinco metros de largo, mientras que la capacidad de cajuela es de 400 litros para el dos puertas y 350 para el descapotable. Mecánicamente, la gama de ambos inicia con un V8 4.0 litros denominado S 560 de 469 HP y 700 Nm (526 lb-pie), con tracción total para el Coupé y propulsión trasera para el Cabrio, mismo motor que al ser “tocado” por AMG y recibir tracción total se denomina AMG S 63 4Matic+, con 612 caballos de fuerza y 900 Nm (664 lb-pie) y que se distingue por sus acabados en negro brillante. En todos los casos, el ocho cilindros va acoplado a un cambiador automático de nueve relaciones.
La variante AMG S 65, con detalles cromados en la fascia y alrededor de las tomas de aire, es animada por un V12 de 630 HP que envía la fuerza al eje posterior vía una transmisión automática de siete relaciones, pues la de nueve no puede manejar el par motor de 1,000 Nm (738 lb-pie). Al interior hay tres nuevas opciones de cuero y tres nuevas opciones de madera (raíz de nogal brillante, fresno gris satinado y magnolia).
Las pantallas del cuadro de instrumentos y del infoentretenimiento (con la última revisión del sistema Comand) conservan sus dimensiones de 12.3 pulgadas, pero mejoran su resolución de 1440 por 540 a 1920 por 720 píxeles, con estilos Classic, Sport, Progressive y AMG, mientras el volante recibe mandos táctiles y está presente el sistema de manejo semiautónomo del sedán, con programador de velocidad activo revisado.
El Cabriolet podrá equipar el sistema Aircap de deflector de viento. Mientras que la suspensión neumática es de serie, las variantes S 65 montan un arreglo denominado ABC que inclina la carrocería 2.65º al interior de las curvas y “lee” los baches en la carretera, preparando la suspensión para ello.
Los Mercedes-Benz Clase S Coupé y Cabrio estarán a la venta en la primera mitad del 2018, con precios por anunciar, en lo que eso ocurre, podremos admirarlos a partir de la siguiente semana en el Salón de Frankfurt.