Aston Martin presenta el V12 Speedster, su interpretación de cómo debe ser un deportivo de edición limitada sin techo, ventanas ni parabrisas, dirigido a los amantes de las emociones viscerales. Sólo se fabricarán 88 unidades, a un precio cercano al millón de dólares.
Por José Virgilio Ordaz.
Cuando escuchamos la palabra ‘Speedster’, quizá lo primero que nos viene a la mente es el Porsche 911 Speedster, que ha tenido varios representantes a lo largo de los años, pero la propuesta presentada en Gaydon –a falta de un Salón de Ginebra físico- es aún más radical.
Aston Martin V12 Speedster
Mientras el 911 se contenta con ‘apenas’ 502 caballos, el Aston Martin V12 Speedster apunta a modelos aún más potentes exclusivos, como los Ferrari Monza de 810 hp, el McLaren Elva de 815 hp, o el Bentley Mulliner Bacallar de 650 caballos, aunque este también tiene parabrisas.
Influencias
El V12 Speedster echa mano de una base de aluminio combinada de los Vantage y DBS Superleggera, pero con una carrocería única de fibra de carbono. Entre las influencias, se mencionan al DBS3 1953, el DBR1 ganador de Le Mans 1959, al CC100 Speedster Concept de 2013 y hasta el Boeing F/A-18 Super Hornet.
Extremo
Esto se combina con el V12 5.2 l Birturbo, ajustado a 700 hp y 752 Nm (556 lb-pie), con una transmisión automática de ocho velocidades. El 0 a 100 km/h toma 3.5 s, con una velocidad máxima de 300 km/h. La suspensión tiene tres niveles de ajuste, los discos de freno son carbonocerámicos, de 410 y 360 mm y cuenta con rines monotuerca de 21”.
Sin techo, sin límites
No hay parabrisas, techo ni ventanas. La cabina está dividida por una columna continua, lo que elimina la pantalla central. Hay una toma de aire en el cofre, un spoiler de asa que se integra con los laterales, paneles de fibra de carbono enfrente de cada asiento y gibas detrás de las cabeceras, con un pequeño espacio acristalado de carga.
Artesanal
Los asientos van forrados de cuero de silla de montar cosido a mano y hay vistas de cromo satinado y aluminio, además de piezas de caucho impresas en 3D. En vez de guantera, hay una bolsa de cuero extraíble frente al pasajero, aunque también hay espacios de almacenamiento bajo los asientos.
Visceral
La marca lo define como un auto para amantes de emociones crudas y viscerales, aunque les recomendamos usar casco o al menos gafas cuando suban a uno. La pintura es plata Skyfall con detalles negros, también con inspiración aeronáutica.
Sólo 88
A Aston Martin le van muy bien las ediciones especiales, como demuestran el Lagonda Taraf, el Vulcan, los DBS y DB4 GT Zagato, o la serie Vanquish Zagato. Sólo se construirán 88 unidades del V12 Speedster, cada uno terminado por la división Q de personalización de la marca, a un precio de 765,000 libras esterlinas, 19.2 millones de pesos.