Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Puede que el Mazda6 presentado en el Salón de Los Ángeles parezca haber recibido sólo un ligero facelift, pero este es el sedán más interesante que ha fabricado la firma de Hiroshima desde el Mazda6 MPS de 2006.
Mientras que aquel sedán recibía el motor 2.3 litros turboalimentado del MazdaSpeed3 con 270 HP, esta nueva variante gana el 2.5 litros cuatro cilindros Skyactiv-G de la CX-9, con 250 HP y, más importante, 420 Nm (310 lb-pie) de par, contra los 380 Nm (280 lb-pie) de su antecesor. La norma será una transmisión automática de seis relaciones. El 2.5 litros de aspiración natural conserva su salida de 184 HP, pero suma desactivación de cilindros para mejorar el consumo.
Aislamiento de sonido, suspensión y dirección han sido reajustados para recibir el incremento de poder, mientras que los sutiles cambios en el exterior nos anuncian que estamos ante un modelo revisado. Al frente hay una nueva parrilla con entramado 3D, faros LED con una tira de cromo inferior y nuevas fascias, además de dos nuevos tonos de pintura.
Por dentro el cambio es evolutivo, pero total. Sólo sobrevive el volante, aunque la botonería ha sido actualizada. La campana de instrumentos recibe relojes con números más grandes, las tiras de cromo se han adelgazado a favor de vistas de madera Sen, mientras que tablero y asientos van revestidos de cuero Nappa ultrasuave y las ventilas y el diseño en general se han estirado para darle una apariencia más horizontal.
Si les parece que la mayor parte de los cambios estéticos toman inspiración del concepto Vision Coupé develado en Tokio hace unas semanas, están en lo cierto. El Mazda6 2018 comenzará a venderse en el segundo trimestre del próximo año.