El otro proyecto de Ringbrothers para el SEMA es un Mustang Mach 1 ’69 enfocado al alto rendimiento en pista, sin perder de vista las modificaciones artesanales.
Por Edmundo Cano
Ya vimos el Camaro ’69 ‘Valkyrja’, uno de dos proyectos que los especialistas Ringbrothers develaron en el SEMa Show. El otro es este Ford Mustang Mach 1 1969 llamado ‘UNKL’, por ‘uncle’, o sea, ‘tío’ en inglés, en honor a un tío de los hermanos Ring que les inculcó el amor por los coches desde temprana edad.
Fidelidad
El Mustang difiere de otros proyectos realizados por los Ringbrothers en que casi no tiene modificaciones notorias en su carrocería; uno de los puntos fuertes de estos preparadores es el extenso rediseño al que someten cada coche que hacen (basta ver el Camaro que mencionamos antes), pero en el caso de este Mach 1, sus líneas generales se mantienen prácticamente intactas… aunque eso no quiere decir que no tenga alteraciones radicales, pero son muy sutiles. Por ejemplo, las salpicaderas están ensanchadas dos pulgadas a cada lado, algo que no se notaría a menos que pusiéramos a un lago un ejemplar totalmente original.
Además de eso, el cofre, cajuela, defensas (montadas más cerca de la carrocería), panel de las calaveras y fascia frontal son hechos a mano, aunque parezcan las piezas originales. La desviación más evidente del look original del Mach 1 ’69 es el enorme spoiler/splitter frontal con sostenedores, una atrevida adición que contribuye mucho a su estilo y carácter de coche de pista, algo en lo que los Ringbrothers no han incursionado mucho, pues aunque sus proyectos siempre son muscle-cars modernizados, optan por un estilo más de calle, y menos de coche de carreras.
Máximo agarre
La suspensión del Mustang corrió a cargo de Detroit Speed, una compañía especializada en desarrollar componentes de alto rendimiento para muscle-cars. Y no hablamos solo de amortiguadores o barras estabilizadoras (que sí hacen), sino de subestructuras completas realizadas con tecnología de hidroformado. Respaldando el enorme agarre de las llantas Michelin Pilot Sport montadas en rines HRE creados específicamente para este auto, están frenos Baer Racing de 6 pistones.
El Jefe
La joya de la corona de este coche es el motor, un ‘big block’ basado en la arquitectura del Boss 429 que corrió en NASCAR contra el legendario 426 HEMI en los años 60. El motor fue armado por Jon Kaase, con un cigüeñal ‘stroker’ y otros componentes que lo llevan hasta 521 pulgadas cúbicas, o sea, 8.5 litros de desplazamiento. Sin sobreaspiración, este monstruo produce 700 hp y 730 lb/pie de torque, y está respaldado por una transmisión manual Tremec de 6 cambios reforzada por Bowler, que envía toda esa potencia por un cardán de fibra de carbono a un eje trasero John’s Industries de 9” con relaciones 3.55:1.
El interior sigue la misma temática de ‘coche de carreras para la calle’, aunque extrañamente, no tiene jaula antivuelcos. El tablero completo está hecho a mano (vean un tablero original de Mustang ’69 y no se parece en nada al de este coche) y todos sus switches y botones fueron fabricados en aluminio billet, mientras que los asientos Recaro, el piso y el túnel de la transmisión recibieron un recubrimiento especial retardante de fuego.