Tras ser redescubierto en un estado lamentable, el Alfa Romeo 6C 1975 que perteneció a Benito Mussolini se encamina a una restauración completa, que buscará devolverlo a su estado original de 1930.
Por José Virgilio Ordaz.
Todo auto de Alfa Romeo previo a la Segunda Guerra Mundial es ya de por sí una pieza de colección por sí mismo, pero este que nos ocupa tiene la particularidad de haber pertenecido a uno de los personajes clave del conflicto que se avecinó.
Un Alfa Romeo 6C 1975 SS 1930 para Mussolini
Fue un 13 de enero de 1930, hace 90 años, un mes y 11 días, que ‘il Duce’, Benito Amilcare Andrea Mussolini, agregó a su colección este Alfa Romeo 6C 1975 SS, con número de chasis 6C312898. La transacción se efectuó por un total de 60,000 liras de aquella época.
Ligero
El 6C 1750, presentado en 1929, es una evolución del 1500 de 1925, creado por el diseñador Vittorio Jano y la carrocera Stabilimenti Farina. Un reemplazo más ligero de las series RL y RM, tenía un motor de seis cilindros en línea de 1,975 cc, hubo disponibles doble árbol de levas o un sobrealimentador, pero este ejemplar no los recibió.
A África
El auto fue usado en un par de carreras y conducido en persona por el mismo Mussolini, pero pronto sus compromisos con la República Social Italiana lo absorbieron por completo, por lo que el auto cambió de manos varias veces y terminó en Asmara, Eritrea, en el Cuerno de África, en 1937.
Mussolini, entusiasta de Alfa Romeo
Entusiasta de la marca lombarda, incluso prohibió a otras marcas italianas competir contra Alfa en cualquier competencia desde 1935, lo que en su momento no fue bien recibido por un joven Enzo Ferrari. Pese a ello, el último viaje de Mussolini no fue en un Alfa Romeo, sino en un Fiat 1100.
Aún más ligero
Aunque ahora se le podría considerar una pieza de museo, en los años 30 era un auto de carreras y tal fue el uso que se le dio, por lo que sufrió múltiples modificaciones, sobre todo retiro de piezas, hoy perdidas en la historia, para aligerar el peso lo más posible.
Guerrero
El óxido, las abolladuras y la pintura descascarada hablan de heridas muchas batallas en pistas y rallies en años posteriores. Lo que pasó luego se perdió en las sombras del tiempo, pero sabemos que el auto fue redescubierto, certificado y adquirido por un coleccionista estadounidense.
A restauración
El nuevo propietario, de identidad desconocida, decidió enviarlo al Reino Unido, donde la casa de restauración Thornley Kelham se comprometió a devolverlo a su estado original. De hecho, la historia de este auto resurgió cuando fue subido a la página web de la casa en sus proyectos pendientes.
Dado que faltan piezas clave como faros, salpicaderas, parabrisas, asientos, rines originales y buena parte del motor, Simon Thornley, dueño de la casa restauradora, afirma que el Alfa Romeo será uno de sus proyectos más desafiantes hasta la fecha.
Con imágenes de Thornley Kelham.