Tristemente, el Challenger 2, el vehículo poseedor del récord de velocidad en tierra con ruedas tractoras, tuvo que ser puesto a subasta, donde ni siquiera alcanzó el precio estimado.
Por José Virgilio Ordaz.
Fue en 1960 que un Streamliner –uno de esos vehículos rompe-récords en tierra que parecen cohetes- estableció el récord de velocidad en tierra con ruedas tractoras para esa época.
Récord de velocidad en 1960
Denominado Challenger 1, corrió a 654.36 km/h (406.60 mph), que si bien está ya lejos de los vehículos con motor a reacción, es destacado para un vehículo con motor a pistones. A los mandos estaba Mickey Thompson, que como buen corredor, deseaba aún más.
Segundo intento, en 1968
Por ello, desarrolló el Challenger 2 y lo intentó de nuevo en 1968, aunque lamentablemente tuvo que suspenderse todo por lluvia. Peor aún, Mickey perdió el patrocinio de Ford al siguiente año y luego fue asesinado en 1988 por orden de su exsocio Michael Frank Goodwin.
Legado
Su hijo, Danny Thompson, consideró que la mejor forma de honrar a su padre era continuar con su proyecto; y aunque le tomó 30 años, lo logró. Los dos V8 Ford 427 que combinaban 1,800 hp, fueron reemplazados por un par de HEMI alimentados por nitrometano y etanol, con un total de 2,500 hp.
Tercer intento y nuevo récord en 2018
Además de otras actualizaciones, como frenos carbonocerámicos, la carrocería de 10 m de largo se conservó tal cual. La nueva marca fue de 722.204 km/h (448.757 mph), con Danny a los mandos en el salar de Bonneville: un nuevo récord en tierra con ruedas tractoras.
Deudas
Sobra decir que es un vehículo con demasiada carga emotiva. Lamentablemente, Danny, quien actualmente vive de la seguridad social, no consiguió patrocinadores, de modo que adquirió varias deudas que se volvieron impagables. ‘Cometí el mayor error que puedes cometer en el automovilismo: pedí prestado dinero para ir a correr’, comentó.
Challenger 2, a subasta
El Challenger 2 fue puesto a subasta este fin de semana en el evento de Mecum. Aunque tenía un estimado de entre 900,000 y 1,500,000 dólares, no los alcanzó en su primer intento. Danny volvió a sacar el vehículo sin reserva, e incluyó el remolque y la camioneta a diésel de transporte si se alcanzaban los 500,000 dólares.
Por debajo del precio estimado
Al final, el martillo cayó a los 510,000 dólares, 9.6 millones de pesos. Danny Thompson tiene ahora dinero para pagar sus deudas, pero no pudo evitar mencionar: ‘ese auto fue parte de mi vida por 52 años’. Sí, nosotros también tenemos ganas de llorar.