El modelo a escala, que se consideraba perdido, fue encontrado a tiempo para ser mostrado en la exhibición celebratoria de los 50 años del Porsche 917.
Por Edmundo Cano
Un futurista modelo a escala 1:4 usado para desarrollar la aerodinamia del Porsche 917, que data de 1970, fue hallado por mera casualidad en un garaje del Centro de Desarrollo de la marca en Weissach, donde había permanecido por casi cuatro años, luego de que el departamento de diseño se mudara de edificio. Durante años, el centro de diseño se encontraba en el ‘Hexágono’, el edifico principal de las oficinas de Weissach, donde el modelo formaba parte de la decoración de las escaleras que bajaban hacia el estudio. Durante la mudanza, el modelo se retiró y se guardó en un almacén, donde fue hallado apenas hace un par de meses.
En desarrollo
Claro, el propósito del modelo no era ser un simple adorno en la pared del estudio de diseño de Porsche. El modelo fue creado en 1970 para desarrollar un modelo de cola corta que tuviera la misma estabilidad que el ‘long tail’, llamado 917/20. Para esto, se formaron dos equipos, uno basado en la universidad de Stuttgart y dirigido por Richard “Dick” Söderberg, y el otro basado en el Instituto SERA en Paris, comandado por el aerodinamicista Charles Deutsch; ambos lugares fueron elegidos por sus túneles de viento a escala extendida.
Los dos equipos desarrollaron modelos por su cuenta, y finalmente, Porsche decidió usar el creado por el equipo de SERA, que eventualmente se convertiría en el Porsche 917 ‘pink pig’, uno de los coches de carreras más distintivos de la historia por su decoración de cortes de carne de cerdo que causó sensación en Le Mans en 1971, pero tristemente, abandonó debido a un accidente.

Futurista
El otro modelo, creado por el equipo ‘de casa’ de Stuttgart, es el protagonista de esta historia. A pesar de tener formas extremadamente fluidas, con las 4 ruedas cubiertas, no fue tan eficiente en el túnel de viento como el del equipo de SERA. Sin embargo, el equipo de Söderberg continuó desarrollándolo, ahora con la intervención de Herman Burst, el director de Desarrollo de Carrocería de Porsche, que se involucró en el proyecto. Con ayuda de plastilina para modelar, continuaron haciendo cambios al modelo hasta que su rendimiento en el túnel de viento fue consistente. Aunque para esta etapa, ya estaba sumamente alejado de lo que era el 917, y se había convertido en una especie de depósito de un montón de ideas que todo el equipo de diseño de Porsche había volcado en el proyecto.

Tan fue así, que una vez terminado su desarrollo aerodinámico, Burst dio autorización al equipo para ‘ponerlo bonito’, pues el modelo estaba lleno de áreas cafés disparejas por la plastilina de modelaje. Los alerones y difusores fueron moldeados a detalle, se hicieron las indicaciones de luces y calaveras ultramodernas, se creó una cabina de vidrio removible que daba paso a un interior sorprendentemente futurista, con una pantalla de computadora como parte central del tablero, y se refinó la carrocería para aplicarle pintura plateada con la bandera alemana en los costados. Finalmente, una maqueta del transeje/diferencial fue incorporada a la trasera, finalizando estéticamente el proyecto.
Además, este modelo aerodinámico del Porsche sí tuvo un legado palpable en uno de los coches de producción de la marca: la disposición de los controles de la cabina del 928, el GT de motor V8 frontal lanzado en 1977, fue tomada directamente de la cabina del modelo a escala. También apareció como foto de apertura de un artículo de 1978 titulado ‘Porsche: el auto del futuro’. Luego de eso, fue colgado en la pared del estudio de diseño, donde pasaría casi 4 décadas hasta que fue removido para el cambio de domicilio del estudio.
El resurgimiento
Finalmente, el modelo fue reacondicionado para ser exhibido en la muestra “Colours of Speed – 50 Years of the Porsche 917” (‘Colores de la Velocidad: 50 Años del Porsche 917), que el Museo Porsche en Stuttgart sostuvo de mayo a septiembre de este año, donde fue mostrado al público por primera vez en más de 40 años. Y muy seguramente, este modelo ya no será olvidado en algún sótano oscuro, sino que pasará a formar parte de la colección del museo de la marca de Stuttgart.