Por Marco Robles (@MarkiMarkand) / Fotos: Renault
Corrian los primeros meses de 2011, la Fórmula 1 se ponía en forma de cara al arranque de la temporada y Robert Kubica, el piloto polaco que había brillado con BMW Sauber y que estaba considerado como una de las grandes promesas del Gran Circo, tomó parte del Rally de Andorra.
Desde hacia algunos años el polaco compartía su trabajo como piloto de F1 con su pasión por otras categorías del automovilismo deportivo, en especial el rally. Así que mientras los test de pretemporada se tomaban un receso, Kubica se inscribió a ese rally, en el que participaba con un Skoda Fabia.
Al rededor de las 8:30 de la mañana, con el asfalto aun húmedo, perdió el control de su auto y se impactó contra un riel de seguridad de la carretera, mismo que se introdujo al habitáculo del coche y le causó varias fracturas. Su carrera en F1 estaba finalizada.
Poco más de seis años después de ese terrible accidente, el polaco y Renault se volvieron a juntar en una pista de carreras para hacer lo que más aman, correr.
Aprovechando que el equipo Renault está en Valencia realizando un test con su piloto reserva Sergey Sirotkin, para darle kilómetros de experiencia, así que utilizaron uno de estos días para que Kubica volviera a sentir las emociones de estar en un monoplaza de la máxima categoría.
“Quiero agradecer a todos por hacerlo posible, creo que fue un buen día para todos y tal vez se vio algo de mi viejo yo, el de 2010. Para mi ha sido un día muy importante desde el punto de vista emocional, he pasado mucho tiempo lejos del paddock y he tenido periodos complicados. Me he mantenido trabajando muy fuerte y hace algunos años esto me parecía imposible.
“Tengo sentimientos encontrados, estoy muy orgulloso de lo que he conseguido hoy, pero también me di cuenta de lo que perdí. No sé qué me traiga el futuro, pero sé que después de trabajar un año preparándome para este test, pude correr con muy buen ritmo y se consistente en condiciones complicadas. No es sencillo hacerlo después de seis años, pero creo que hice el trabajo y estoy satisfecho.”
El equipo buscó condensar un fin de semana de competencia en este test, donde Kubica completó 112 vueltas, con diferentes configuraciones del auto y cargas de combustible.
“Fue muy buen ver a Robert de nuevo en una auto de F1 y tuvimos un día sin problemas. Robert ha cambiado un poco, ahora es más suave y no estaba empujando duro como siempre o preguntando cada detalle de la puesta a punto o del auto, sin embargo, sus comentarios y retroalimentación fueron como regresar el tiempo para nosotros.
“Es complicado subirse a un F1 tras seis años y tener el gran desempeñó que mostró hoy”, afirmó Alan Permane, director deportivo de Renault F1.
Actualmente el piloto polaco participa esporádicamente en diferentes seriales y es posible que tome parte del ePrix de Nueva York a mediados de julio próximo.