Por Manuel Fernández
Mitsubishi anuncia esta L200 como su quinta generación, si bien aspectos como la distancia entre ejes y la oferta mecánica se conserva idéntica. Se menciona una mejora del espacio interior, que atrás sigue siendo uno de los más destacados del segmento, resaltando una inclinación del respaldo de 25 grados. Se modificó además el diseño de los asientos para que éstos sean más cómodos. En el tema estructural, la incursión de acero de alta resistencia contribuyó a aumentar la rigidez torsional y reducir el peso.
Ahora se importará una versión con batea larga (1.52 m), quedando la extensión total de la camioneta en 5.2 metros. La capacidad de carga varía entre los 1,040 y 1,065 kilos, números correspondientes a las vertientes Diesel y gasolina, respectivamente. Por el contrario, la primera opción remolca hasta 2.2 toneladas contra las 1.8 de su hermana de gama.
En el apartado mecánico, la dirección se intervino para aumentar su rapidez (de 4.3 a 3.8 vueltas entre topes) y reducir el diámetro de giro, que queda en 11.8 metros. La suspensión sigue siendo de doble horquilla adelante acompañada por un eje rígido con muelles atrás (casi no puede ser de otra manera en una pick-up de trabajo), si bien con una puesta a punto distinta que optimiza la absorción de irregularidades. Componentes como la barra estabilizadora frontal se replantearon.
Los motores, herencia de la pasada L200, son un gasolina de 2.4 litros con 126 caballos y 193 Nm y un Diesel 2.5 turbocargado de 134 caballos y 314 Nm, ambos acoplados a una caja manual de cinco velocidades.
La más potente, denominada DI-D, suma la tracción total conectable en lugar de trasera, junto a la obligada reductora, mecanismos que se habilitan vía una palanca al piso. Otra adición de la L200 diésel es el diferencial de deslizamiento limitado.
El equipamiento incluirá dos bolsas de aire, frenos ABS, anclajes ISOFIX para sillas infantiles en la segunda fila, luces de niebla delanteras, aire acondicionado o vidrios y espejos eléctricos. La DI-D se diferencia por otro tipo de defensa trasera y por el asiento del conductor ajustable en altura, agregándose al pomo y el volante forrado en piel o manijas interiores cromadas. No hay control de estabilidad (ESC).
Los precios van desde los 309,900 pesos para la L200 a gasolina, cerrando en 379,900 para la DI-D.