Las llaves del auto se siguen modernizando y cada vez son más populares en la forma de sensores de proximidad. ¿Lo malo? Pueden clonarse sin mucha dificultad. Así lo aprendió el dueño de este ‘BM’.
Por Héctor Torres
La comodidad de ni siquiera sacar del bolsillo la llave del auto, para abrirlo o arrancarlo, ha hecho que los sensores de proximidad se popularicen. Estos dispositivos que antes eran privativos de autos lujosos, hoy se encuentran bien difundidos en casi todo tipo de vehículo.
Sí, suelen ser la norma sobre todo en carros costosos, pero no por ello faltan en los segmentos de mayor volumen. Salvo por las versiones de entrada, incluso figuran entre los muy vendidos subcompactos.
Pero…
Esta propagación, con todo, ha provocado que los amantes de lo ajeno también hayan perfeccionado sus técnicas para violar la seguridad de los coches. Situación de que, sin ir más lejos, fue víctima el dueño de este BMW M2 en Alemania. No se rompieron vidrios, ni se forzaron cerraduras y, si no es por las cámaras, pocas pistas habrían quedado sobre cómo se cometió el crimen.
25 segundos transcurren desde que los susodichos salen a escena y hasta que logran desbloquear los seguros de las puertas e ingresar al habitáculo. Y aproximadamente otros 25 para encenderlo y llevárselo. ¿Alcanzaron a ver qué ocurrió?
Antes de entrar en detalles del atraco, un breve repaso sobre cómo funciona esta tecnología. Aunque existen diferencias entre los fabricantes, el principio es similar en todos. Los sistemas ‘Keyless’ (o de acceso sin llave), operan con señales emitidas a través de frecuencias radiales entre el vehículo y su control remoto.
Esta señal, por supuesto, se transmite codificada para que solo sea recibida en el auto deseado y ejecute la acción esperada (abrir puertas, ventanas, o encender las luces, etc.). En el caso de los sensores de proximidad se suman elementos en las propias manijas del auto, por ejemplo, para replicarlas dentro de una distancia determinada respecto del mismo.
¿Cómo se hackea?
Para vulnerar estos sistemas se necesitan cuando menos dos aparatos: uno cerca del auto que amplifique la señal que emite, y otro cerca al control remoto para captar la respuesta que envía al automóvil.
Una vez que se clonan las frecuencias de las dos señales (la que envía el vehículo y la que envía el mando Keyless), los ladrones pueden tomar control del auto.
Y esto es lo que sucede en la grabación. La caja (amplificador) que sostiene el primero de los implicados en salir a cuadro (el más próximo a la cámara), copia con éxito la señal de las llaves del auto que se encuentran en la casa. Luego la envía a un segundo instrumento (transmisor) que es mantenido junto a la puerta del auto por su cómplice.
En tiempo récord
De acuerdo con un informe de la BBC y What Car?, hay muchos modelos que pueden ser robados en menos de un minuto. Ello en gran medida porque hacerse con las herramientas para llevarlo a cabo es relativamente fácil en el mercado.
MODELO
Audi TT RS Roadster | 10 segundos |
Mercedes-Benz Clase A | 50 segundos |
BMW X3 xDrive20i | 60 segundos |
Aunque las armadoras trabajan constantemente en mejorar la seguridad de sus artilugios ‘Keyless’, todavía hay sistemas más débiles que otros. En este recuadro solo algunos de los que se trasgreden con mayor rapidez.
¿Cómo protegerse?
Mientras la protección de fábrica se optimiza, contamos con ciertos recursos para reforzar la inmunidad de nuestro vehículo a estos atentados. Aquí algunos consejos:
- ¿Puedo “apagar” mis llaves del auto? Con algunas marcas es posible apagar la transmisión de los sensores tras oprimir cierta combinación de botones en los mismos. Esto puede investigarse en el manual de propietario o directo con el distribuidor.
- Una de las soluciones más prácticas es resguardar nuestras llaves del auto cuando estamos en casa. Lo obvio resulta colocarlas en un sitio que esté a buena distancia de la cochera, pero también puede comprarse una caja Faraday para guardarlas. Objetos como éste bloquean la señal del remoto.
- Quizá no como método preventivo, pero tener instalado un localizador incrementa considerablemente las probabilidades de recuperar nuestro auto si es robado. El propietario de este BMW M2, por ejemplo, declaró que el suyo fue encontrado 90 minutos después del incidente y a tan solo 40 kilómetros de su hogar. Intuye que los ladrones sospecharon que estaba siendo rastreado y lo abandonaron.