Tal como sucedió con el Corvette C8 Convertible, el video de cierre de la presentación también incluía imágenes del futuro auto de competición.
Por Edmundo Cano
Ya vimos hace unas horas cómo Chevrolet adelantó sutilmente el Corvette C8 Convertible en el video que cerró la presentación del Stingray ‘regular’ de nueva generación, el primero en la historia con motor central. En ese mismo video, prácticamente al mismo tiempo que el Convertible, Chevrolet también insertó fugaces imágenes del C8R, el auto de competición basado en el nuevo Corvette.
Aunque totalmente camuflado, las diferencias con el auto de producción son enormes, comenzando por el enorme alerón y la toma de aire en la cubierta del motor. Las salpicaderas son notablemente más anchas. Faros complementarios para carreras de resistencia residen en las apreturas de la fascia frontal, el splitter es mucho más pronunciado, y el difusor trasero es enorme. Todos toques típicos de un auto de competencia.
En el interior es la misma historia: aunque el tablero mantiene la disposición del C8 regular, está hecho de materiales ligeros, y carece de cualquier elemento innecesario. El volante tiene por lo menos 18 botones diferentes, y una jaula antivuelco lo envuelve todo.
Muy probablemente, el C8R participará desde el año entrante en las categorías GT del Campeonato Mundial de Resistencia, donde tendrá unos zapatos muy grandes que llenar, pues el Corvette C7R logró más de una docena de victorias, incluida una en su categoría en Le Mans. Y también tendrá como rival directo a su rival en el ‘mundo real’, el Ford GT.