Para tener el auto limpio de coronavirus no se requieren productos especiales y, en ocasiones, ni siquiera gastar en adicionales a los que encontramos en casa. ¿Cómo hacerlo sin maltratarlo?
Por Héctor Torres
Si el interior de nuestro vehículo ya es, de por sí, un foco de suciedad con que convivimos cotidianamente, resulta un sitio hasta peligroso cuando hablamos de una pandemia.
Siendo optimistas, normalmente la visita al autolavado ocurre una vez a la semana. Si no se opta por una paquete muy completo, además, todo el trato que recibe el habitáculo se ciñe a un trapazo por aquí y otro por allá que disperse el polvo cuando más.
Ello puede satisfacer a la vista, pero dista de ser la limpieza recomendada pues deja en el ambiente diversos contaminantes que, a la larga, son nocivos tanto para la salud de los usuarios como para el carro mismo.

Y en tiempos del COVID-19, esto es algo que debe evitarse a toda costa para minimizar la posibilidad de contagio. Sí, “¿por qué alguien querría usar el automóvil durante una cuarentena?”, algunos dirán. Si bien increpan con razón y lo ideal es efectivamente no usarlo, lo cierto es que eventualmente habrá que romper el aislamiento por necesidad (se agotaron las provisiones, toca ir a la oficina, etcétera).
Ya sea para hacerlo de la manera más segura o simplemente como precaución, aquí les detallamos los pasos a seguir para mantener el auto limpio de coronavirus. Mismos que, dicho sea de paso, sirven aún cuando no sea a causa de una contingencia, pues resultan un buen hábito a cultivar.
Utensilios
Antes que nada: ¿qué se necesita?
- Un par guantes (desechables, de preferencia) que solo se utilizarán para este propósito y deberán tirarse al concluir.
- Un par de paños (de microfibra, de preferencia).
- Agua y jabón (neutro, de preferencia).
Con eso basta y a continuación la explicación. Primero, porque desinfectar nuestro vehículo no es muy diferente a desinfectar nuestras manos: por un lado, hasta el jabón más común es enemigo número uno del virus y, por otro, depende más bien de la técnica que apliquemos para conseguirlo.
Paréntesis informativo
El jabón reacciona con los virus de la misma manera en que lo hace con el aceite: lo “rompe”. Piensen en esa imagen de microscopio que nos han hecho ver hasta el cansancio en todos lados, la pelotita con puntiagudas espinas rematadas por lo que parecen diminutas “coronitas” (de ahí el nombre).

Esa corteza sobre la que se incrustan es la capa externa del virus y está hecha de lípidos o grasa, para fines prácticos. Y así como el jabón la disuelve de un traste sucio, desbarata esta cubierta protectora que lo elimina.
De vuelta al estudio, Joaquín…
Segundo, porque salvo contadas excepciones, el jabón que comúnmente se encuentra en el hogar puede higienizar el interior de un auto (nos referimos a los asientos y el tablero, sobre todo) sin estropearlo.
Ni siquiera debe ser forzosamente un bactericida, si bien tampoco está contraindicado. Nunca usen –¡aquí la advertencia!- cloro o peróxido de hidrógeno, eso sí. Estas son dos sustancias que no querrán en su vehículo pues, a pesar que sí podrían eliminar el virus, seguramente perjudicarían los materiales.
Lo mismo va para los limpiadores a base de amoniaco para las pantallas, ya que desgastan los recubrimientos protectores contra manchas y reflejos. ¿Y el alcohol? Las soluciones a un 70% de alcohol son efectivas para combatir al coronavirus. Casi todas las superficies interiores del auto toleran el alcohol isopropílico.
Manos a la obra
Como dijimos unos renglones arriba, la clave está en el método. Y aquí también aplica esa regla de los 20 segundos cuando nos lavamos las manos. De lo que se trata, entonces, es de tomarnos nuestro tiempo en cada sección que desinfectemos más que de frotar con fuerza (esto sí deteriora las telas, pieles y sintéticos).
Ya con los guantes puestos, lo conveniente es comenzar de arriba hacia abajo, es decir, del techo hacia el piso. La sugerencia con el cielo y las vestiduras es no usar ni mucha agua (que pueda pernearse a los cojines y producir humedad), ni tampoco mucho jabón.

Precisamos solo el suficiente para generar un poco de espuma y tallar. Con un paño se limpia, con el otro se retira el exceso y la suciedad que se desprenda. Es importante, por lo mismo, que el segundo esté siempre limpio para evitar contaminar de nuevo.
Efectividad
Hay que poner especial atención a los lugares de mayor contacto: volante, apoyabrazos, manijas, palancas, botones, cinturones de seguridad, etcétera. Ello también incluye a la llave o el mando remoto.
Es preferible hacerlo en un día que se cuente con tiempo porque es una labor que, aunque simple, requiere paciencia. Especialmente si quiere hacerse como es debido y dejar el auto limpio de coronavirus.