El prototipo de trasera alargada logra superar la mágica barrera de las 300 mph, y se convierte en el auto más rápido del mundo por un amplio margen.
Por Edmundo Cano
Bugatti recuperó el récord de velocidad máxima para un auto ‘de producción’ con una versión prototipo del Chiron con la trasera alargada, que alcanzó 490.484 km/h (304.773 mph) en el circuito de Ehra-Lessen, con nada menos que Andy Wallace, el multicampeón de Le Mans, al volante. Con esto, Bugatti deja muy atrás el récord de 2017 del Koenigsegg Agera RS, que alcanzó 457.94 km/h.
Bugatti desarrolló el Chiron ‘Longtail’ en total secrecía junto con Michelin y Dallara, extendiendo la parte trasera del auto más de 25 centímetros, y descartando el alerón automático. El difusor rediseñado, mucho más hondo, y las 4 salidas de escape también contribuyeron a una mayor estabilidad a altas velocidades.
Al frente, la totalmente rediseñada fascia con un pronunciado splitter, y las salidas de aire en las salpicaderas delanteras mantuvieron plantado al Chiron a casi 500 km/h. El motor también fue modificado, llevándolo hasta 1,600 hp, y los neumáticos Sport Cup 2 de Michelin fueron examinados con rayos X para asegurarse de que se encontraban en óptima condición antes del intento por el récord.
Bugatti ha dicho que el Chiron ‘Longtail’ es prácticamente un prototipo de preproducción, por lo que podríamos estar viendo un adelanto de una nueva edición especial del Chiron, tal como el Centodeici o el La Voiture Noire, que la marca ha lanzado para celebrar su 110 aniversario.
Sin embargo, el presidente de Bugatti, Stephan Winkelmann, señaló que este récord será el último que imponga la compañía, que se retirará de la competencia por el auto más rápido del mundo. “Hemos demostrado ya varias veces que construimos los autos más rápidos del mundo. En el futuro nos enfocaremos en otras áreas”.