El Camaro más potente y enfocado a la pista recibe el cambiador de par de 10 velocidades, con lo que gana mejores números en la pista.
Por José Virgilio Ordaz
El Chevrolet Camaro ZL1 1LE sigue siendo la culminación de la gama del Muscle Car americano. Que una caja manual de seis velocidades se combine con un V8 asistido con 650 hp y 880 Nm (650 lb-pie) y un chasis enfocado a la pista, indica que está hecho para complacer a un amplio espectro de entusiastas.
El cambio más importante al que ahora lo somete la marca podría desconcertar a más de uno, cuando vemos que el cambiador manual y el tercer pedal se despiden para dar paso a una transmisión automática. Sin embargo, las cosas comienzan a tomar sentido cuando nos damos cuenta que se trata de la misma unidad del Camaro SS, aunque ajustada para poder exprimir la mayor cantidad de poder.
La caja aumenta 7.3 kg a la masa total, gracias también a un nuevo cárter de aceite y un ducto de enfriamiento adicional, pero ofrece 10 relaciones. Incluso la suspensión adaptativa, el diferencial electrónico de deslizamiento limitado y el control de tracción han tenido que recalibrarse. Si bien la marca es hermética en cuanto a la mejora específica de prestaciones, sí nos proporciona una cifra: es medio segundo más rápido al dar la vuelta al circuito de Milford Road de 4.7 km, en el área de pruebas de General Motors.
Si todo sale bien, también debería reducir el tiempo de 7:16.04 del Camaro más dedicado en el circuito de Nürburgring. En los Estados Unidos, tener la transmisión automática les costará un extra de 1,595 dólares sobre el precio base del ZL1 1LE manual de 72,195, que sigue disponible para los puristas. Esperamos que la marca se anime a traerlo para complementar al ZL1 a secas.