La segunda compañía más grande de renta de autos de Estados Unidos, Hertz, se declara en bancarrota. El movimiento no afecta a sus filiales internacionales fuera de Canadá y EE.UU.
Por José Virgilio Ordaz.
Ya desde hace unas semanas se había anunciado que la firma de renta de autos Hertz estaba en riesgo de bancarrota. Esto finalmente sucedió este fin de semana, cuando los directivos de la compañía se presentaron en un tribunal de quiebras de Delaware para apegarse al capítulo 11 de la ley de bancarrota de los Estados Unidos. Es importante señalar que esta declaración afecta a las filiales de la Unión Americana y Canadá, mientras que las filiales de otras regiones deberán de operar normalmente, por ahora.
Comunicado Hertz. pic.twitter.com/jC1Dh2AuUk
— Hertz México (@HertzMx) May 24, 2020
Hertz, más de 100 años de rentar autos
Fundada en 1918 como Rent-A-Car Inc., comenzó operaciones en Chicago con una flota de Ford Modelo T. En 1923, el fundador Walter L. Jacobs vendió su negocio a John D. Hertz, quien como imaginarán, rebautizó a la compañía. Hertz Corporation creció hasta convertirse en la segunda empresa de renta de autos más grande de los Estados Unidos; y una de las más importantes a nivel mundial, con operaciones en 150 países de América Latina, Europa, África, Asia y Oceanía, donde cuenta con filiales como Dollar, Thrifty, Firefly, Hertz Car Sales y Donlen.
En problemas por la pandemia de Covid-19
La caída en los viajes internacionales y locales a causa del Covid-19, que usualmente son los que derivan en la renta de un auto, causó una caída dramática en sus ingresos, por lo que desde abril la firma se quedó sin capacidad de afrontar sus deudas. Hertz despidió a 12,000 empleados y otorgó licencias para otros 4,000, mientras que redujo en un 90% sus adquisiciones de autos, lo que también afectará a fabricantes como Ford, General Motors y FCA, sus principales proveedores.
Hertz no puede con sus deudas y se declara en bancarrota
Incluso remató las unidades restantes del Chevrolet Corvette Z06 100th Anniversary de 650 hp, así como los 24 Camaro ZL1 de 750 hp, ajustados por el equipo NASCAR Hendrick Motorsports. Estos recortes les permitieron hacerse con un 1,000 millones de dólares (MDD) para afrontar sus deudas, pero no fue suficiente, pues éstas ascienden a 24,000 MDD. Hertz intentó renegociar su deuda, pero ante la falta de certidumbre de cuándo se normalizarán los viajes, sus acreedores se negaron a darle una extensión, lo que obligó a la bancarrota.
Las cosas no iban bien en la compañía, que el 18 de mayo tuvo que nombrar a su cuarto CEO en cuatro años: Paul Stone, en sustitución de Kathryn Marinello. Se teme que para afrontar sus deudas, Hertz inunde el mercado de autos usados, ya muy castigado por la pandemia. Su flota en los Estados Unidos es de 567,000 unidades. Esta es la primera gran compañía trasnacional relacionada con los autos que se declara en bancarrota a causa del Covid-19