De acuerdo a un estudio del IIHS en los Estados Unidos, los autos con manejo autónomo sólo ayudarán a evitar un tercio de los accidentes actuales, a lo sumo.
Por José Virgilio Ordaz.
Cada año, decenas de miles de personas mueren o quedan con secuelas severas a causa de accidentes de tránsito. No es un secreto que buena parte de estos están relacionados con el factor humano, principalmente, por falta de pericia o por no respetar las normas de conducción. Es por ello que muchas marcas automotrices impulsan los sistemas de manejo autónomo como una suerte de panacea que terminará de una vez por todas con este tipo de accidentes.
IIHS: los sistemas de manejo autónomo sólo reducirían accidentes en un tercio
Sin embargo, un estudio del IIHS podría indicar que este tipo de tecnología no sería tan eficiente como se espera. El organismos estudió una muestra de 5,000 accidentes registrados por la NHTSA en los Estados Unidos, donde separó aquellos provocados por factores humanos (34%) de aquellos donde el accidente tuvo otra causa, como fallos en el vehículo, condiciones del camino o acciones de otras personas, incluyendo automovilistas y peatones. Un 4% de los accidentes se produjo por causas desconocidas.

AIA: cualquier reducción es significativa
El IIHS cita el caso reciente de un prototipo de UBER, donde una mujer, Elaine Herzberg, de 49 años falleció atropellada pese al sistema de manejo autónomo. El sistema tardó en identificar a la mujer y cuando lo hizo, no pudo prevenir que esta cruzaría enfrente del vehículo, de modo que no pudo realizar una maniobra evasiva a tiempo. La Alianza para la Innovación Automotriz, que engloba a varias de las marcas que están desarrollando vehículos autónomos, indicó que incluso si sólo reducen en un tercio los accidentes de tránsito, será un gran progreso contra la conducción no asistida. Además, consideraron que podrían llevar la movilidad a personas actualmente impedidas por su condición física.
IIHS: errores al conducir
De acuerdo a Alexandra Mueller, investigadora del IIHS, ya es un gran desafío crear un sistema de manejo autónomo que sea tan bueno, como un ser humano. Sin embargo, si se quiere que reduzcan más de un tercio de los accidentes, deben ser aún mejores que eso. Los sistemas deberán lidiar con la incertidumbre que generan las decisiones erráticas de otros usuarios del camino, así como priorizar la seguridad por sobre la velocidad o la conveniencia de los ocupantes. El IIHS separó los accidentes relacionados con el conductor en cinco categorías:
Errores de detección y percepción. Distracción del conductor, visibilidad impedida y reconocer los peligros demasiado tarde.
Errores de predicción. Al juzgar mal un paso en el tráfico o hacer una suposición incorrecta sobre lo que iba a hacer otro usuario de la carretera.
Errores de planificación y decisión. Conducir demasiado rápido o demasiado lento para las condiciones del camino, conducir agresivamente o dejar muy poca distancia con el vehículo que se encuentra adelante.
Errores de ejecución y rendimiento. Maniobras evasivas inadecuadas o incorrectas y otros errores en el control del vehículo.
Incapacitación. Uso de alcohol o drogas, problemas médicos o quedarse dormido al volante.