Por Edmundo Cano
En la medida en que más y más marcas optan por un futuro eléctrico, la misma industria automotriz comienza a procurar que la infraestructura para los automóviles verdes vaya mejorando. Europa ya cuenta con un Sistema de Carga Combinado (CCS por sus siglas en inglés, “Standard Charging System”) con un cargador universal para todos los eléctricos que se venden en aquél continente, que ahora obtendrá un nuevo y masivo impulso gracias a un acuerdo al que han llegado Nissan, BMW, el grupo Volkswagen y Ford, que comenzarán a instalar estaciones de carga CCS por toda Europa a principios de 2017.

La primera fase del proyecto estima unas 400 estaciones, y para el 2020 se espera que se cuenten en las miles, instaladas en los puntos de mayor conveniencia, especialmente en carreteras, por lo reducido que aún puede resultar el rango de algunos autos eléctricos en trayectos largos. Las estaciones ofrecerán una capacidad de recarga de hasta 350 kilowatts, hoy soportada solamente por algunos autobuses y camiones, pero los paquetes de baterías para autos de pasajeros capaces de soportar tales niveles de carga vienen ya en camino, por lo que se podrían añadir hasta 320 kilómetros de rango en unos 15 minutos.
Esta iniciativa contrasta crasamente con lo que ha hecho el principal fabricante de autos eléctricos del mundo en la actualidad, Tesla, que ha promovido un sistema de recarga exclusivo para sus automóviles, el famoso “Supercharger”. Si el acuerdo de las cuatro marcas antes mencionado rinde los frutos que se esperan, el siguiente paso sería llenar los caminos y carreteras americanas de estaciones CCS, lo que eventualmente podría obligar a Tesla a sumarse a la iniciativa o, cuando menos, compartir espacio de carga con estas.