Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
“Si yo fuese Louis Schweitzer, también me habría elegido a mí mismo como sucesor”, sentenció en 2005 Carlos Ghosn, cuando, a los 62 años, el directivo suizo se jubilaba y dejaba su cargo como CEO de Renault.
Y es que no había a nadie más a quién elegir. Ghosn ya había reflotado las divisiones sudamericana y norteamericana de Michelin y había sacado a Nissan de una inminente quiebra en menos de dos años. “El asesino de costos”, como se le llamó, llegó a ser tan reverenciado en Japón que hasta Mangas se editaron en su honor, mientras que tras una larga lucha, logró que el gobierno de Francia vendiera 20% de las acciones de Renault.
Ghosn recién dejó el timón de Nissan tras 18 años al frente, aunque aún preside la mesa directiva de la firma nipona y aún es CEO de Renault, CEO de la Alianza Renault-Nissan y ahora presidente de Mitsubishi.
Pero el brasileño acaba de cumplir 63 años, por lo que, aunque es uno de los líderes más respetados en la industria automotriz, está consciente que su ciclo deberá terminar más pronto que tarde. Aunque actualmente el puesto de CEO de Nissan es ocupado por Hiroto Saikawa, es obvio que, con 63 años también cumplidos, el paso del japonés debería ser más bien corto.
Durante muchos años, el británico Andy Palmer de 53 años sonó como el sustituto natural de Ghosn, luego que lo colocara al frente de Infiniti. Sin embargo, el ejecutivo prefirió volver a su terruño, pues desde 2014 es CEO de Aston Martin, tras cesar toda relación con Renault-Nissan.
Entre los nombres que comienzan a sonar fuerte para preparar desde ya la transición, están el español José Muñoz de 52 años, director de rendimiento de Nissan; el japonés Yasuhiro Yamauchi, CCO de Nissan, de 60 años; el suizo-alemán Stefan Mueller de 57 años, director de rendimiento de Renault; y el francés de 54 años Thierry Bolloré, jefe de competitividad de Renault y principal defensor de la marca en tribunales ante las acusaciones de distorsión en emisiones, de las que hasta ahora han salido indemnes.
En la cúpula de la Alianza esperan a alguien que tenga la capacidad de aprovechar las sinergias del enorme grupo, pues sumando Renault, Nissan, Mitsubishi y subsidiarias, venden casi tantos autos como Grupo Volkswagen o Toyota.