Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
En Ford se arrepintieron a última hora. En abril pasado, la firma americana anunció una inversión de 1,600 millones de dólares (MDD) para levantar una nueva planta en San Luis Potosí, la cual crearía 2,800 empleos directos e iniciaría operaciones en 2018.
Más adelante, se confirmó que la planta armaría los modelos Focus y C-Max, que actualmente se montan en Estados Unidos, además que se estaba considerando un tercer producto de propulsión alternativa totalmente nuevo.
Esta acción fue tema político durante las campañas electorales en la Unión Americana, pues del lado conservador se dio un discurso marcadamente nacionalista y xenófobo (Donald Trump), con lo que Ford anunció que para no perder empleos ni capacidad productiva en suelo estadounidense, volvería a fabricar la pick-up Ranger, así como un derivado de esta denominado Bronco.
Pese a ello, las desavenencias con el ahora presidente electo continuaron. Ante la persistente amenaza de un aumento en los impuestos de hasta 35% para los autos ensamblados en México (e incluso en otros países, como Canadá), la alta cúpula de Ford recula y acaba de anunciar la cancelación de la planta y la inversión de 1,600 MDD.
En lugar de eso, la marca invertirá 700 MDD en la planta de Flat Rock, Michigan, con la que se crearán unos 700 empleos para “ciudadanos estadounidenses”. “No hicimos un trato con Trump. Lo hicimos por nuestro negocio; nuestros anuncios de hoy son un voto de confianza para la economía de Estados Unidos y para las políticas económicas del presidente electo”, señaló Mark Fields, CEO de Ford.
Donald Trump también amenazó recientemente a General Motors con imponer aranceles extra a los autos ensamblados en México, lo que ocasionó que las acciones del consorcio cayeran un 1%. Por su parte, tras este anuncio, las acciones de Ford subieron un 2.5% en Estados Unidos, mientras que el Peso mexicano presenta al momento una caída de 0.83%.
Actualmente, Ford cuenta con unos 85 mil empleados directos en Estados Unidos y 8,800 en México. La firma ha evitado confirmar si el subcompacto Fiesta, recién renovado, se seguirá fabricando en México, o si como ocurre con otros productos, lo traerá desde Asia. Lo que sí está confirmado es que el Focus sí se armará en México, pero en la planta de Hermosillo, donde anteriormente se montaron el Escort y varias versiones del Focus de primera generación, además de hacerse los actuales Ford Fusion y Lincoln MKZ.