Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
De manera un tanto escueta y confusa, Grupo Volkswagen ha anunciado que para el próximo viernes 13 dará a conocer una serie de cambios importantes entre su personal directivo.
Esto parece corroborar los últimos informes que han estado circulando respecto a una posible renuncia de Matthias Müller, quien tomara las riendas del consorcio luego de la salida forzosa de su antecesor, Martin Winterkorn, tras el escándalo del software amañado de emisiones, conocido como DieselGate.
El cambio de Winterkorn tampoco se dio de manera suave, luego que este sucediera a Bernd Pischetsrieder por presiones de Ferdinand Piëch, quien en ese entonces aún movía los hilos de la empresa tras bastidores. Si bien parecía que la llegada de Müller pondría fin a una nueva disputa de poder en el seno del consorcio, que incluyó la salida de Piëch y una nueva cláusula para que ningún miembro de la familia Porsche-Piëch volviera a estar a cargo, parece que es el turno de ceder la silla para el ejecutivo alemán de 64 años.
Müller tuvo que hacerse cargo de la defensa del grupo autoconstructor en tribunales, del pago de multas y compensaciones, de guillotinar nuevos productos, desarrollos y reemplazos, de sanear las finanzas de la compañía, de reencausar el brazo deportivo de diferentes divisiones, del cambio de estrategia de la dieselización a la electrificación y de llevarlos a ser el mayor fabricante de automóviles del mundo (con una necesaria acotación de Renault-Nissan-Mitsubishi), todo en menos de tres años.
Quien suena más fuerte como su posible reemplazo es nada menos que Herbert Diess, actual director de marca de Volkswagen, cargo que ocupa desde 2015. Diess, de 59 años, llegó a Grupo Volkswagen tras casi 20 años de carrera en BMW, firma que abandonó menos de un año luego que Harald Krueger fuera nombrado CEO, lo que no fue bien visto en su momento por algunos líderes sindicales de VW, sin embargo, el nativo de Babaría no se amilanó e incluso consiguió una reducción de 30,000 empleos en la plantilla laboral de la marca, con una disminución de costos de 3,700 millones de Euros.
Mientras que la agresividad de Diess ha sido bien vista por la mesa directiva de Grupo Volkswagen, analistas destacan la energía que ha mostrado al explicar y defender el nuevo rumbo de VW, en claro contraste con el cansancio que ha exhibido Müller en los últimos meses (y cuyo contrato caduca en 2020), además que su imagen estará menos relacionada con el mencionado DieselGate.
Mientras que el consorcio proclamó ventas récord para el primer trimestre del año, con un crecimiento del 5.9%, el anuncio de cambios en su cúpula directiva fue bien recibido en los mercados bursátiles.