Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen)
Fue en el año 2016 que Audi inauguró la más reciente de sus factorías, ubicada en San José Chiapa, Puebla, lo que aprovechó para hacerla un referente en el plano tecnológico y sustentable.
Con más de 5,200 colaboradores y una capacidad productiva de 150 mil unidades anuales de la Q5, la planta de Audi en México también se pone a la vanguardia en materia ecológica, pues ha alcanzado su objetivo de ser una instalación libre de descargas externas de aguas residuales.
Su sistema de tratamiento de aguas se divide en varias etapas para asegurarse que no se realicen descargas hacia el exterior, con lo que el 100 % de estas aguas se recuperan y se tratan para su reutilización en la cadena de producción, en procesos como el de pintura o el de hermeticidad.
El proceso de tratamiento inicia en una planta físicoquímica, que neutraliza y elimina los metales pesados, para después someterse a un proceso de clarificación y tratamiento biológico que elimina los componentes orgánicos. Por último, se somete a una combinación de procesos de ultrafiltración y ósmosis inversa que eliminan gérmenes, bacterias y sales.
Los residuos se evaporan y las partículas sólidas se manejan como residuos, mientras que el agua reciclada se reutiliza en la planta, gracias a que ha sido depurada higiénicamente en un proceso de alta calidad, lo que también posibilita que se pueda usar como agua de riego para las áreas verdes de las instalaciones.
Este proceso permite ahorrar hasta 100,000 metros cúbicos de agua al año, o 100 millones de litros, equivalente a un cuarto del total que ocupa la factoría en ese periodo. El siguiente objetivo es aumentar este ahorro hasta los 300,000 metros cúbicos en el largo plazo. El resto de la demanda se cubre con un pozo con una capacidad de 2,400 metros cúbicos que recolecta el agua de lluvia entre los meses de abril y septiembre.
“Con el nuevo sistema de tratamiento de aguas residuales, Audi está creando las condiciones para un ciclo del agua autónomo. Para finales de 2025, queremos reducir nuestro impacto medioambiental en un 35 por ciento por automóvil producido en comparación con el año de referencia 2010. Esta medida nos ayuda a dar un paso en esta dirección”, señala Rüdiger Recknagel, jefe de Protección Ambiental de Audi AG.
Audi de México también ha plantado más de 100,000 árboles y ha creado 25,000 pozos de infiltación en el municipio aledaño de San José Ozumba.