Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Hace unas semanas, a raíz del escándalo del DieselGate, Volkswagen había acordado con el gobierno de Estados Unidos y casi medio millón de propietarios de autos de la marca a diésel el pago de indemnizaciones por 14,700 millones de dólares (MDD) en el caso concreto de los motores EA-189 2.0 litros.
Posteriormente, se anunció un posible acuerdo para los 85 mil vehículos equipados con motor V6 3.0 TDI vendidos en los Estados Unidos, que incluyen ejemplares de las marcas Audi y Porsche, donde unos 63,000 serían modificados y el resto comprados a los propietarios. La transacción y las reparaciones, además de compensaciones adicionales a los dueños, 25 MDD en apoyos a los proyectos de autos eléctricos en California (de donde emanaran Tesla y Fisker) y 225 MMD destinados a programas para reducir emisiones, tendrían un costo total cercano a los 1,000 MDD.
VW ha aceptado el acuerdo, tal como lo anuncia el Juez de Distrito de San Francisco Charles Breyer, quien hace uno semanas anunciara el acuerdo para los motores de cuatro cilindros. El juez añadió que la proveedora alemana Bosch, responsable de surtir el software malicioso, también había llegado a un acuerdo con grupos de propietarios que habían entablado diversas alegaciones civiles, aunque la empresa se negó a proporcionar detalles.
"El acuerdo anunciado hoy por la Corte entre Volkswagen y los reguladores ambientales de Estados Unidos es otro paso importante en nuestros esfuerzos para hacer las cosas correctas para con nuestros clientes, apoyamos los esfuerzos de la Corte para lograr una resolución justa y razonable de las reclamaciones de los 3.0L TDI V6 tan pronto como sea posible", señaló en un comunicado Hinrich Woebcken, director ejecutivo de Volkswagen Group of America. VW también ha llegado a un acuerdo para recomprar 105,000 unidades afectadas en Canadá por un monto total de 1,600 MDD, más una multa de 11.2 MDD.
A pesar de estos acuerdos, Grupo Volkswagen aún está a la espera de una resolución del departamento de Justicia de los Estados Unidos por conducta criminal, así como reclamaciones por contaminación por entidades ambientales tanto federales como estatales, además de las resoluciones de otros países.
En Alemania, el conglomerado llegó a un acuerdo para modificar hasta nueve millones de autos con motores a diésel de 1.2, 1.6 y 2.0 litros, los cuales requerirán de una actualización de software y en algunos casos de un nuevo filtro en la toma de combustible. Tanto en la nación germana como en el resto de Europa aún no se habla de sanciones a Volkswagen dados ciertos vacíos legales, toda vez que estas reparaciones las realiza la empresa “de buena fe”.
A raíz de esto, la Comisión Europea ha emitido una serie de sanciones contra siete estados miembro (Alemania, España, Grecia, Lituania, Luxemburgo, Reino Unido y República Checa), por no contar con sistemas de penalización adecuados para disuadir violaciones de la ley de emisiones, en este caso concreto, por no sancionar al consorcio germano. Los países tienen dos meses para responder, aunque el RU y Alemania se han negado a compartir sus investigaciones internas respecto al DieselGate, mientras que los resultados de las indagaciones realizadas en Francia podrían acarrear sanciones a otros fabricantes.
Recién también, La agencia del Medioambiente de los Estados Unidos (EPA), abrió una investigación a los vehículos de Audi a diésel y gasolina equipados con la caja automática AL 551, misma que cuenta con algoritmos que al encontrar que el volante permanece fijo, como en una prueba de emisiones, reducía el tiempo entre cambios para no elevar el número de revoluciones por minuto y al mismo tiempo reducir emisiones y consumo. La EPA aún está deliberando si este software también estaría trucado o no.
Aún no se habla de sanciones o compensaciones en Latinoamérica.