Por José Virgilio Ordaz.
Polestar nació en 1996 en Suecia como un equipo de carreras para el campeonato de autos turismo local, llamado originalmente Flash Engineering. Compitió desde sus inicios con un Volvo 850, antecesor del S70, para luego cambiar a un S40 en 1998 y otros modelos de la casa en años posteriores. No pasó mucho tiempo para que comenzaran a ajustar autos deportivos de edición limitada para calle, como los S60 Polestar y el prototipo C30 Polestar de 450 hp.
Ahora, Volvo adquiere el 100% de participación de la firma, actualmente ajustan los S60 y V60 Polestar, de los cuales planean vender 750 unidades alrededor del mundo en este año y esperan que ahora que el sello Polestar es parte de su estructura, las ventas suban a las 1,000 a 1,500 unidades anuales.
Todos los empleados de Polestar forman ahora parte de la nómina de Volvo. En Gotemburgo prometen que la tecnología híbrida de la XC90 T8 llegará a otros modelos; la T8 usa una mecánica 2.0 litros asistida por turbocompresor, supercargador y un motor eléctrico, capaces de llevar al tetracilindro hasta los 394 hp; Volvo promete que la salida irá más allá de los 400 hp (¿XC90 Polestar?) y que las emisiones y el consumo se mantendrán sorprendentemente bajos.
"Conducir un Volvo Polestar es una experiencia especial. Hemos decidido llevar esta experiencia a más de nuestros conductores, poniendo todos los recursos de Volvo detrás del desarrollo de Polestar como el nombre para nuestros modelos de alto rendimiento", declara Håkan Samuelsson, presidente y CEO de Volvo Cars.
La división de competencia cambiará de nombre y permanecerá bajo la dirección de Christian Dahl, anterior dueño de Polestar.