Por José Virgilio Ordaz.
Volvo ha tenido un camino ajetreado en las últimas décadas, tras ser comprada por Ford en 1999, estableció un Joint-venture con Chang’an en 2009 y terminó siendo adquirida por Geely en 2010. Aunque más de uno no vio con buenos ojos que la marca sueca por excelencia fuera adquirida por capital chino, lo cierto es que no sólo sobrevivieron a su coterránea Saab, sino que su renacimiento es toda una realidad al día de hoy.
Bajo el ala de Geely, Volvo comenzó a fabricar sus modelos en China, dejando a Chang’an-Volvo el S80L. Sin embargo, en Gotemburgo quieren expandirse del otro lado del Atlántico, por lo que han decidido invertir 500 millones de dólares para construir una nueva planta.
El lugar escogido es Berkeley, muy cerca de la ciudad de Charleston, Carolina del Sur, que ahora, además de ver el nacimiento del conocido baile homónimo, también verá nacer 100 mil automóviles con logo sueco al año.
El año pasado se vendieron 56 mil Volvo en los Estados Unidos, la mayoría de ellos modelos S60 y XC60, por lo que son los candidatos obvios a ser armados en Carolina del Sur, junto con la XC90, misma que se espera sea un éxito en el mercado americano. La planta comenzaría a operar en el 2018.