El auto era un modelo de preproducción destinado a ser destruido, y hoy es un coche casi de carreras con 422 hp.
Por Edmundo Cano
Este Kia Stinger GT era un ejemplar de preproducción, que la división del Reino Unido de Kia Motors usó para homologar el auto para las normas británicas; también fue un auto de pruebas para la prensa –incluso apareció en Top Gear y The Grand Tour- y de fotos y videos para publicidad. Con este pedigrí tras de sí, Kia UK no tuvo el corazón de destruirlo, tal como pasa con todos los ejemplares de preproducción y pruebas de cualquier coche, por lo que, con ayuda del Centro Técnico de Hyundai Motor Europe en Rüsselsheim, Alemania, fue convertido en un coche de pista llamado Stinger GT420.
Su nombre hace referencia a su potencia, pues parte de la transformación en auto de circuito involucró ‘meterle mano’ a su motor V6 biturbo de 3.3 litros, que ahora desarrolla 422 hp y 413 lb/pie de torque, considerables ganancias por sobre los 365 hp y 376 lb/pie del Stinger GT de producción, y que además fueron sorpresivamente sencillas de conseguir, pues aunque las modificaciones son muchas, todo fue logrado a base de ‘bolt ons’ y una agresiva reprogramación, pero los internos y componentes del motor no se tocaron, con la excepción de un nuevo sistema de escape sin catalizadores. ¿Qué habría pasado con turbos más grandes, árboles más agresivos, etcétera?
Para complementar el motor modificado, la transmisión automática recibió calibraciones nuevas para realizar cambios más rápidos, así como un enfriador más grande que el original, para mantener su temperatura en orden. La suspensión porta ahora resortes Eibach más duros y bajos, barras estabilizadoras más sustanciales, y rines OZ Ultraleggera envueltos en semislicks Pirelli Trofeo R, tras los cuales se asoman frenos Brembo.
Todo lo que no fuese necesario para ir más rápido fue removido: asientos traseros, insonorización, alfombras, paneles de las puertas, e incluso las barras antiimpacto de las defensas. El resultado de la extremosa dieta son 150 kilos menos, incluso después de haber instalado una compleja jaula antivuelcos, asientos de competencia con arneses de seguridad, y un sistema supresor de incendios. La carrocería recibió un splitter delantero más grande, un difusor trasero funcional y un pequeño alerón tipo ‘cola de pato’ en la cajuela.