Tras poco más de dos años en producción, Daimler anuncia que dejará de fabricar la pick-up Mercedes-Benz Clase X en la planta de Nissan en Barcelona. Mientras, la firma japonesa contempla más de 4,000 despidos adicionales y el cierre de dos plantas para reducir sus pérdidas.
Por José Virgilio Ordaz.
Daimler anunció que cesará la producción de su pick-up Mercedes-Benz Clase X en mayo próximo, tras poco más de dos años de fabricarse en la planta de Nissan en Barcelona. Es el segundo producto de Nissan/Daimler en despedirse, tras el Infiniti QX30.
Mercedes-Benz Clase X, hija de la globalización
Nacida en los tiempos del retirado Dieter Zetsche y el fugitivo Carlos Ghosn, la vida comercial de la Mercedes-Benz Clase X fue poco afortunada. Intentó separarse de su donante –Nissan Frontier/Navara NP300– con mejores acabados, más equipamiento y motores más potentes, pero siempre le persiguió su origen mundano.
Parecía una buena idea…
Durante su desarrollo, las ventas de pick-ups medianas y compactas experimentaron un crecimiento inusitado en regiones como Europa, Sudamérica, Medio Oriente y África. Aunque Daimler pudo desarrollar su propia pick-up, decidieron reducir costos al tomar la base de la reconocida Nissan.
Tarde a la fiesta
Originalmente, se planeaba producir la Clase X en España y en Córdoba, Argentina, pero un aumento en los costos de producción ocasionó una ruptura entre Mercedes-Benz y Nissan, de modo que sólo se reservó para Barcelona, justo cuando las ventas de pick-ups caían en Europa y se mantenían en Sudamérica.
Malas noticias para la planta de Barcelona
Con una producción de 8,000 unidades en 2019, la Mercedes-Benz Clase X quedó lejos de su estimado inicial de 42,000 unidades. La planta de Barcelona, que trabaja a un 30% de su capacidad luego de perder modelos como el Nissan Pulsar, Evalia y NV200, mantendrá la Nissan NP300, la Renault Alaskan y la e-NV200.
Más problemas para Nissan
No es el único problema de Nissan, ante la caída en ganancias, la firma contempla una reducción de costos de 480,000 millones de yenes (4,400 MDD) vía el despido de 4,300 trabajadores administrativos, principalmente en Estados y Europa, que se suma a 12,500 despidos anunciados el año pasado.
Además, estaría bajo consideración el cierre de dos plantas, lo que ocasionó que el sindicato de Barcelona convocara a una protesta el 4 de febrero. Esto se suma a los rumores de ruptura entre Nissan y Renault, así como la declaración de Carlos Ghosn, sobre que la marca podría quedar en bancarrota en uno o dos años.