- La marca bávara equipa un Serie 5 sedán con motores eléctricos que le dan hasta 710 hp, y un Serie 7 con tecnología de manejo autónomo nivel 4, que se controla por sí mismo en básicamente cualquier situación de manejo.
Por Edmundo Cano
BMW ha develado dos prototipos tecnológicos, que más bien podrían llamarse ‘mulas de pruebas’, dado que son autos de producción regulares, equipados con sistemas en desarrollo para ser aplicados en próximos modelos de producción de la marca.
El primero es el ‘Power BEV’, un Serie 5 regular que ha sido equipado con tres motores eléctricos de quinta generación, que en conjunto generan 710 hp, y pueden llevarlo hasta 100 km/h en menos de 3 segundos. Los motores y su módulo energético están conjuntados en una sola unidad.
El desarrollo de este prototipo tenía como objetivo cubrir tres aspectos: primero, el desarrollo de los motores eléctricos en sí; en segundo, la dinámica de manejo proporcionada por el funcionamiento de dichos motores, pues dos de ellos están posicionados en el eje trasero y el tercero en el delantero, pero los dos motores traseros son controlados de forma independiente vía un sistema de vectorización de torque, por lo que la tracción está asegurada incluso durante maniobras de manejo extremosas. Es un sistema que distribuye mucho más eficientemente la potencia que los diferenciales electrónicos modernos.
El tercer aspecto era el reto de colocar todos estos sistemas en el Serie 5 sin interferir con el espacio para los pasajeros en la cabina, lo cual también fue exitoso. Se espera que este tipo de propulsor eléctrico llegue a producción propulsando a la BMW iX3, aunque la SUV tendrá solamente un motor eléctrico, no tres. A futuro, sin embargo, BMW podría ofrecer la opción de equipar algunos modelos con dos motores eléctricos, para ofrecer vectorización de torque independiente.
El segundo prototipo es un Serie 7 que incorpora un sistema de manejo autónomo de nivel 4, que le permite conducirse a sí mismo por la gran mayoría de situaciones de tráfico presentes en el manejo cotidiano, por lo que no necesita un conductor que monitoree su funcionamiento y esté preparado para tomar control del auto en algún momento.
Pero eso no es todo. Los usuarios del auto pueden ‘llamarlo’ vía una app para smartphones, y el Serie 7 automáticamente conducirá hasta su ubicación; una vez allí, los pasajeros pueden acceder al auto vía autenticación con el teléfono inteligente. Ya a bordo del auto, los usuarios pueden indicar un destino vía una pantalla táctil equipada en las plazas traseras del Serie 7, el cual se asegurará que sus pasajeros tengan colocado el cinturón de seguridad, y se pondrá en marcha.
Parte de este sistema de manejo autónomo es un control de crucero adaptativo que puede reconocer e interpretar las señales de tránsito, que puede detener al auto totalmente, o disminuir su velocidad en caso de una luz amarilla, por si requiere frenar abruptamente. El sistema es aún un prototipo, pero es un paso más hacia la autonomía de manejo nivel 5.