Por José Virgilio Ordaz.
Cuando Sir Alec Issigonis decidió montar el motor en posición transversal acopado a las ruedas delanteras para crear un pequeño auto familiar, quizá nunca llegó a imaginar tres cosas; primero, que dicha configuración se convertiría en la norma para autos generalistas y de acceso en los años venideros, salvo honrosas excepciones; segundo, que su creación acabaría en manos de BMW; y tercero, que dicha configuración crearía una “revolución popular” en la firma bávara, de una manera nunca antes vista desde la época del Isetta.
A medida que las firmas premium alemanas se fueron haciendo de renombre, fueron invadiendo y creando cada vez más segmentos en una vorágine de rentabilidad financiera; contra el exitoso A3 de Audi, derivado del más mundano Volkswagen Golf, BMW decidió crear un hatchback de propulsión trasera, idea que si bien no era totalmente nueva en su gama, estaba mejor ejecutada y enfocada que el Compact derivado del Serie 3.
Tanto el Serie 1 como sus derivados, el Serie 2 en variantes Coupé y Convertible, así como la crossover X1, conservaron la disposición mecánica típica de BMW con un motor delantero retrasado en posición longitudinal moviendo el eje posterior; y aunque siguió como un referente para los puristas, el cliente tipo de los autos compactos de dos volúmenes nunca dejó de verlo como una rara avis en su segmento (si es que se daban cuenta en primer lugar), “desproporcionado” y menos cómodo, con un largo vano motor que roba espacio a la banca trasera y la cajuela, por lo que, pese a ser su segundo modelo más exitoso en Europa, seguía posicionándose muy por detrás del Audi A3.
Ante esta situación; y con el fin de rentabilizar la plataforma UKL de tracción delantera usada en casi todos los MINI (menos los que no han sido actualizados), BMW decidió pasar su gama de compactos a la configuración de tracción delantera con motor transversal; el primer modelo con esta aplicación fue la totalmente nueva Serie 2 Active Tourer, seguida por la X1 y ahora por el inminente Serie 1 Sedán anticipado por el Compact Sedán Concept presentado en China, el cual eventualmente se ofrecerá como hatchback de tres y cinco puertas.
Muchos esperaban que el Serie 2 se conservara con la distribución tradicional, pues de éste no se habían hecho anuncios, además que en un Coupé se prima el diseño y el manejo por sobre la practicidad, pero al parecer BMW tiene otros planes.
El Serie 2 Coupé de tracción delantera llegaría en 2019, acompañado de una variante Gran Coupé de cuatro puertas con perfil más bajo; falta la confirmación oficial por parte de BMW, pero como al parecer no estarían interesados en mantener una plataforma para un único modelo en los segmentos de gran volumen (recordemos que el Z4 se desarrollará de manera conjunta con Toyota para compartir costos), es inminente que el Serie 2 de propulsión trasera también desaparecerá.