Por José Virgilio Ordaz.
Jorge Bergoglio cumplió apenas dos años al frente de la iglesia católica como el Papa Francisco. Dándose a notar por varias declaraciones progresistas, acaba de realizar un acto revolucionario más; cambiar el Papamóvil tradicional de Mercedes-Benz por uno de Hyundai.
El modelo es un one-off basado en una Hyundai Santa Fe con el techo removido, al estilo de la fenecida Murano CrossCabriolet; llama la atención por carecer de cristales protectores, casi siempre blindados, que se habían hecho comunes tras el atentado sufrido por Juan Pablo II (Karol Wojtyla) en 1981, a lo que Bergoglio señala:
"Recuerdo que en Brasil me habían proporcionado un papamóvil cerrado, pero no puedo saludar a la gente y decirles que los amo dentro de una lata de sardinas, aunque esté hecha de vidrio; para mí sigue siendo una pared”. Agrega que a su edad no tiene mucho que perder de todos modos.
El nuevo Papamóvil hizo su aparición el pasado martes, durante la Audiencia General, y a pesar de su aparente falta de protección, la única “víctima” qué lamentar fue el solideo papal (tercera imagen).