Por José Virgilio Ordaz.
Ya les habíamos compartido hace unos meses que los deportivos “básicos” de Porsche, el Boxster y el Cayman, recibirían motores de cuatro cilindros horizontales.
Las versiones de entrada recibirán un motor de 2.0 litros con unos 240 caballos; si bien los actuales 2.7 de seis cilindros tienen una potencia mayor con 261 y 271 hp (265 y 275 CV) en el Boxster y Cayman, respectivamente, en la nueva mecánica deberá mejorar no sólo la cifra de torque (207 y 214 lb-pie), sino el régimen de entrega.
Los S recibirán un propulsor de 2.5 litros con no menos de 300 hp, sustituyendo al 3.4 de 311 y 320 hp; el mismo motor animaría a los más extremos GTS, pero ajustado para rendir hasta 370 caballos de fuerza, contra los actuales de 326 y 335 hp.
Aunque de momento los nuevos motores serán asistidos por un único turbocargador, más adelante podrían recibir adicionalmente turbos eléctricos, al estilo de los futuros lanzamientos de Audi, con el fin de aumentar la potencia y reducir el turbolag.
Los exclusivos Boxster Spyder y Cayman GT4 seguirán siendo equipados con el 3.8 de seis cilindros atmosférico con 370 y 380 hp. Los nuevos modelos de Porsche serán presentados a inicios del siguiente año.