Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
El segmento de las SUVs/Crossovers sigue al alza. Una forma de capitalizar este crecimiento ha sido ofrecer variantes de carrocería, de ahí que en un mismo segmento convivan modelos “largos” y “cortos” o, como en el segmento premium, las llamadas Crossovers-Coupé, de perfil más dinámico.
Por ejemplo, Mitsubishi acaba de presentar a la Eclipse Cross como un complemento a la Outlander y en Volkswagen confirmaron un derivado más corto de la Tiguan que también podría tener esta configuración (junto con otro más derivado de la Atlas).
La siguiente que habría saltado al ruedo es Peugeot, cuyas representantes compactas, la 3008 y la 5008, en esencia, el mismo vehículo con mayor distancia entre ejes y una fila más de asientos, han tenido un buen paso comercial (la marca cerró el año pasado con un crecimiento del 12% en nuestro país, pese a la caída generalizada) por lo que es al estrato al que apuntará el nuevo producto.
La 4008 tendría un diseño distinto con sutiles diferencias en parrilla, faros y calaveras, además de una menor proporción de cristales y un planteamiento más dinámico no sólo en lo visual, pues tendría un reglaje específico de suspensión para entregar una sensación diferente de manejo. Replicaría la oferta motriz de sus hermanas, aunque podría añadir dos variantes híbridas, con salidas de entre 240 y 300 HP.
Hasta aquí todo bien, la mala noticia es que, aunque llegaría relativamente rápido al estar basado en modelos ya probados, no llegaría a las calles antes de 2020, pues directivos de la marca se limitaron a confirmar que podrían ampliar su gama SUV más allá de los próximos dos años.